El titular de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) debe instruir a su Unidad de Transparencia a mantener constantemente actualizada la lista de medicamentos innovadores, cuya patente vencerá en los próximos tres años, dar difusión a ésta y promover el uso de la “cláusula Bolar”, solicitó el senador Francisco Búrquez Valenzuela.

Mediante un punto de acuerdo enlistado en la sesión de la Comisión Permanente, el legislador por Sonora solicitó también a la Secretaría de Salud que analice y corrija a la brevedad el Reglamento de Insumos para la Salud, con el fin de que los médicos prescriban la denominación genérica y, con ello, fomentar que el dispensador de farmacia informe al público sobre los genéricos disponibles para su venta.

Además, en un tercer resolutivo de su propuesta, exhortó a la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) a que informe a la Comisión Permanente lo que, a su juicio, debe modificarse en la Ley General de Salud y demás normatividades, para aumentar la competencia en los mercados de medicamentos.

La “cláusula Bolar”, explicó, es una norma jurídica que permite iniciar los procesos de experimentación y obtención de autorizaciones gubernamentales necesarios, para comercializar un producto -generalmente un medicamento-, antes de que haya vencido una patente. 

Búrquez Valenzuela refirió que el pasado 9 de agosto la Cofece publicó el “Estudio en materia de libre concurrencia y competencia sobre los mercados de medicamentos con patente vencida en México”, en el que concluyó que en éste existen problemas de competencia, derivados de fallas regulatorias y de política pública.

Esta situación, abundó, inhibe la participación de un mayor número de agentes económicos en este mercado y, en consecuencia, redice los incentivos para afianzar una oferta de medicinas con mejores precios para las familias mexicanas.

“Como señala dicho estudio, todas estas distorsiones que se generan en el mercado de medicamentos con patentes vencidas han inhibido el proceso de libre concurrencia y competencia en este mercado; esto no sólo se ha traducido en una menor presión competitiva entre los oferentes de estos productos, sino en un menor bienestar para las familias mexicanas”, afirmó.

Resaltó que, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2014 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), cada uno gasta en promedio cerca de 3 mil pesos para cuidados de la salud anualmente.

“Alrededor del 60 por ciento de este gasto se destina para la compra de medicamentos, es decir, que 6 de cada 10 pesos que gastan las familias mexicanas en salud son para medicamentos”, agregó.

Subrayó que garantizar que los mercados funcionen en competencia y que ello asegure bienes y servicios a mejores precios y de mayor calidad, no sólo depende de una regulación con planteamientos teóricos sólidos, sino de un marco jurídico e institucional que garanticen que, en la práctica, los beneficios de la regulación se vean traducidos en un mayor bienestar de los ciudadanos.

Expuso que, a nivel mundial, una de las prácticas regulatorias más comunes en el mercado de medicamentos es la generación de patentes de sustancia activa.

Esta práctica tiene como fin el desarrollo de conocimiento e innovación en este mercado, lo cual incide positivamente en un desempeño eficiente y se traduce en mejores medicamentos para la ciudadanía, sostuvo.

“En el caso mexicano, las patentes de sustancia activa garantizan el derecho de vender en exclusividad  por un periodo improrrogable de 20 años los nuevos medicamentos que contengan dicha sustancia; en teoría, con esto se asegura que el desarrollador tenga suficientes incentivos para seguir invirtiendo en innovación y desarrollo de nuevos medicamentos, ya que durante este tiempo es posible recuperar los costos en los que se incurrió para su desarrollo, e incluso obtener un rendimiento económico adicional”, manifestó.

Mencionó que, al término de este periodo de exclusividad, la sustancia activa que había quedado protegida por la patente, puede ser replicada por otras compañías para desarrollar medicamentos genéricos que contengan dicha sustancia.

“Con el desarrollo de estos medicamentos genéricos, la oferta de éstos con la sustancia activa aumenta, lo cual tiene como efecto presiones competitivas que se reflejan en mejores medicinas y a menores precios”, concluyó.

 

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