• El 99 por ciento de monóxido de carbono emitido en la CDMX proviene de autos particulares y taxis, y no de las motocicletas, como se pensaba, expuso.

Las secretarías del Medio Ambiente federal y de la Ciudad de México (CDMX) deben revalorar la implementación de una norma de verificación para motocicletas, ya que ésta generaría una política recaudatoria más que ambiental, consideró la senadora panista Mariana Gómez del Campo Gurza.

En ese sentido, exhortó a ambas autoridades a combatir las fuentes de emisiones más contaminantes, como la industria, el transporte de carga y el transporte público en la Zona Metropolitana del Valle de México, que afectan a la salud de los habitantes y dañan al medio ambiente.

Mediante un punto de acuerdo turnado a la Tercera Comisión de la Permanente, recordó que desde 2016 diversos medios informativos han publicado artículos informando que la Secretaría del Medio Ambiente de la CDMX trabaja en una norma de verificación para que este año las motocicletas también se sometan a la verificación ambiental y entren al programa Hoy No Circula.

Los principales contaminantes incluidos en dicha medición serían monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno e hidrocarburos, explicó.

Recordó que el pasado 28 de junio más de 500 motociclistas rodaron del Monumento a la Revolución hasta las oficinas de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), para manifestar su inconformidad con las autoridades ambientales por la implementación en la verificación de motocicletas, prevista para el segundo semestre del 2017, afirmando que la finalidad de verificar es en su mayoría de tinte recaudatorio y no ambiental.

Expertos del Energy Institute at Haas, indican que restringir la circulación de vehículos no tiene impacto considerable en la reducción de los niveles de ozono y que la verdadera solución es analizar la calidad de las gasolinas que se venden en nuestro país, apuntó la también vicecoordinadora del PAN.

Gómez del Campo Gurza dijo que al menos el 72 por ciento de la población en México vive en comunidades urbanas, por lo que es indispensable contar con medios alternos de movilidad, como el transporte público, bicicletas, motocicletas o caminata.

Las motos son considerados medios de transporte que favorecen la congestión vial que se origina en ciertas zonas de las ciudades, agilizando de tal manera el tráfico vehicular que existe en dichos lugares, agregó.

El titular de la Secretaría de Movilidad capitalina (Semovi) reconoció que, si el parque vehicular no deja de crecer al ritmo que lo hace habitualmente, la Ciudad de México podrá enfrentar un panorama de congestión muy desalentador que difícilmente podrá ser resuelto, indicó.

Datos del Reporte Nacional de Movilidad Urbana en México 2014-2015 elaborado por el Programa Hábitat de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) señalan que en la CDMX el 29 por ciento del total de viajes diarios se llevan a cabo en automóvil privado, el 60.6 por ciento en transporte público, como combis, microbús, autobús, suburbano y taxi; el 8 por ciento en Metro, Metrobús, Tren ligero y Trolebús, y el 2. 4 por ciento en bicicleta y motocicleta, detalló.

Un estudio del Centro Mario Molina indica que el transporte público es el factor que más influye en la contaminación de las ciudades, abundó.

“El Inventario de Emisiones de Contaminantes y de Efecto Invernadero 2012, concluyó que el 99 por ciento de monóxido de carbono emitido en la Ciudad de México proviene de autos particulares y taxis y no de las motocicletas, como se pensaba”, expuso.

Los vehículos de dos ruedas resultan ser muy atractivos para los habitantes de las ciudades, no solamente por el diseño de los mismos, sino porque son una solución eficaz para desplazarse rápidamente cuando la ciudad se encuentra en caos, afectada por el tránsito pesado, comentó.

Por lo anterior, dijo, es necesario evaluar de manera integral la condición en la que se encuentra la CDMX, tomando en cuenta los medios alternos de movilidad, crecimiento exponencial del parque vehicular y la mala situación en el transporte público, como las principales causantes de los índices de contaminación, y no considerar a las motocicletas como fuente contaminante.

 

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