La coordinadora del Grupo Parlamentario del PRD en el Senado, Dolores Padierna Luna advirtió sobre la posibilidad real de que México llegue en posición de desventaja ante una posible negociación sobre la integración energética con los Estados Unidos en el marco de la renegociación del Tratado de Libre Comercio con América del Norte.
“La dependencia productiva y tecnológica es creciente. La capacidad de México para decidir el modelo energético de largo plazo se vería mermada al estar condicionada a los intereses de los Estados Unidos”, agregó.
Por ello, a consideración de la coordinadora parlamentaria es de la mayor importancia que las autoridades correspondientes y, en especial, la Secretaría de Energía y la Secretaría de Economía, expliquen con toda precisión los propósitos y las bases de una posible negociación energética con los Estados Unidos, así como su vinculación con la próxima renegociación del TLC y con otros temas relevantes como migración, seguridad y medio ambiente.
Padierna Luna afirmó que México se ha ido convirtiendo de exportador neto de energía a importador. En el año 2000, la producción interna de energía era 41.6% superior a la demanda y en 2016 la producción sólo fue suficiente para abastecer el 96.9% de la demanda, es decir, ya hubo en déficit de 3.1%. “Esto significa que México es cada vez más dependiente de las importaciones para satisfacer sus necesidades, lo que implica un evidente riesgo para la soberanía energética nacional. Esta situación no es producto de la escasez de recursos energéticos sino de la falta de inversiones para fortalecer al sector”.
Recordó que entre 2000 y 2016, el 81% de las exportaciones de petróleo de México se destinaron a los Estados Unidos. En los últimos años esta proporción ha disminuido hasta el 51% en 2016, debido al aumento de la producción en los Estados Unidos, lo que le ha hecho menos dependiente de las importaciones.
“En contraste, México se está haciendo más dependiente de las importaciones de gas natural y de productos petrolíferos. Las importaciones de gas natural crecieron 14% en promedio anual entre 2000 y 2016 y en este último año ya abastecen el 58% del consumo nacional. Las importaciones de productos petrolíferos también crecieron 5% en promedio anual y ya abastecen el 49% del consumo interno, es decir, mientras en los Estados Unidos la tendencia ha sido hacia una menor dependencia del exterior, en México ha sido exactamente lo contrario”, sentenció.
La legisladora perredista reiteró que el único país que se vería beneficiado con una mayor integración sería Estados Unidos, al tener mayor capacidad productiva.
“Adicionalmente subsiste un problema ambiental. En los Estados Unidos ya están extrayendo gas natural de yacimientos de lutitas que permiten costos relativamente bajos, pero que tienen serias afectaciones ambientales, que el actual gobierno de los Estados Unidos ha manifestado que no le importan. Por ello, México estará en desventaja a menos que decida la explotación de este tipo de yacimientos, lo que tendría serias afectaciones ambientales que a final de cuentas representarían elevados costos para el país”, advirtió.
Padierna luna consideró que otro aspecto relevante es el de la tecnología, México ha descuidado por muchos años su desarrollo tecnológico en materia energética y también en este caso se ha hecho cada vez más dependiente del exterior y de manera preponderante de los Estados Unidos. “La reforma energética no contiene prácticamente nada en esta materia y por lo tanto es previsible que la dependencia siga aumentando, lo que a final de cuentas representa una importante limitante para que México pueda negociar una integración energética que le beneficie”.
“Próximamente iniciará la renegociación del TLC y el gobierno mexicano no ha definido con precisión su posición al respecto ni los temas precisos de su interés, dentro de los cuales podría estar el energético. Sin embargo, ya anuncia posibles acuerdos en esta materia, los que deberían estar vinculados con todos los otros temas de la agenda”, concluyó.
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