Con la publicación de la Ley General para Prevenir, Investigar y Sancionar la Tortura se podrán revisar muchos casos de tortura o de tratos crueles que han quedado varados en las marañas del sistema de procuración e impartición de justicia, afirmó la Coordinadora del Grupo Parlamentario del PRD en el Senado, Dolores Padierna Luna.
“A partir de hoy, cualquier persona que hubiese alegado tortura o tratos crueles durante su proceso penal podrá interponer recursos extraordinarios para que esas alegaciones de tortura sean debidamente investigadas, aun cuando ya se hubiesen agotado los recursos legales ordinarios”, agregó.
A consideración de la senadora perredista esta Ley contiene una perspectiva amplia y una visión desde la posición de los derechos humanos, que será capaz de prevenir, investigar, y sancionar la tortura, así como otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, pero sobre todo permitirá transitar a una nueva etapa en el también nuevo sistema de procuración e impartición de justicia acusatorio adversarial en donde toda denuncia de tortura o de trato cruel deberá de ser investigada oficiosamente y deberá de ser resuelta en un tiempo razonable, para que el juez que este conociendo de la acusación principal pueda definir si acepta o no el material probatorio que ofrece el Ministerio Público en sus acusaciones.
Padierna Luna recordó que después de un largo y complejo proceso de discusión en el Congreso de la Unión en el que participaron decenas de organizaciones civiles, instituciones académicas, instancias protectoras de los derechos humanos, activistas, personas defensoras de los derechos fundamentales e instancias internacionales de combate a la tortura, se logró aprobar y remitir al Ejecutivo Federal una Ley integral para combatir ese flagelo violento que sigue impregnado en nuestra sociedad y que sigue provocando centenares de víctimas año con año.
“Amplios sectores de la sociedad demandaban una legislación de este tipo, ahora que ya se cuenta con ella, hay que usarla y extender su difusión lo más que se pueda, porque no podemos consentir que en una sociedad que presuma de ser democrática, la tortura y los tratos crueles sigan siendo una práctica ordinaria y generalizada”, sentenció.
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