Para contribuir a revertir el desecho de alimentos, la senadora priista Lisbeth Hernández Lecona exhortó a las centrales de abasto y mercados del país a aplicar un programa de cero pérdida y desperdicio, vinculado a organizaciones de la sociedad civil, enfocadas al rescate de productos de consumo humano.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) señala que tan sólo en México se desperdicia el 57 por ciento de leche de vaca, 29 por ciento de tortilla, 45 por ciento de pan, 39 por ciento de carne de pollo y 37 por ciento de huevo.
Datos de ese organismo señalan que a nivel mundial se tiran o se pierden cada año entre un cuarto y un tercio de alimentos producidos para consumo humano, se indica en la exposición de motivos de un punto de acuerdo de la legisladora.
La FAO ha realizado diversas propuestas que buscan mejorar la eficacia de los sistemas alimentarios, así como actualizar los marcos jurídicos, invertir, generar incentivos y alianzas estratégicas entre el sector privado y el público.
Otra de las alternativas son los bancos de alimentos, responsables de reunir comida que se descarta para posteriormente redistribuirla.
Lugares como la Central de Abastos de la Ciudad de México cuenta con un banco de alimentos desde el 2015.
Sin embargo, a pesar del loable esfuerzo que hacen asociaciones públicas y privadas, como el Banco de Alimentos y Alimento para Todos (IAP) sólo se recupera el uno por ciento de estos productos.
La propuesta de la senadora Lisbeth Hernández Lecona, secretaria de la Comisión de la Familia y Desarrollo Humano, se turnó a la Tercera Comisión de la Comisión Permanente para su análisis y discusión correspondiente.