Debido a que el sobrepeso y obesidad se han convertido en un problema de salud pública, en detrimento de las niñas, niños y adolescentes, la senadora del PRI, Verónica Martínez consideró necesario fomentar estilos de vida saludables, en beneficio de los menores.
Alertó que el consumo de azúcar, sal y grasas saturadas, aumentan el riesgo de adquirir enfermedades crónicas afectando negativamente su rendimiento de aprendizaje, desarrollo pleno y autoestima a lo largo de su vida.
Por tal motivo, una alimentación sana y adecuada es clave para gozar de una buena salud, destacó la legisladora por el estado de Jalisco, quien señaló que algunos de los obstáculos para que los menores puedan acceder a este derecho, se encuentran en los malos hábitos alimenticios.
Además, agregó, en la creciente oferta de determinados productos con escaso valor nutricional y alto contenido calórico, conocida comúnmente como comida chatarra.
Al respaldar un punto de acuerdo sobre el tema, destacó la urgencia para que la Secretaría de Educación Pública y la de Salud, en coordinación con sus homólogas en las 32 entidades federativas, diseñen y apliquen acciones para fomentar estilos de vida saludables en ese sector de la población.
Se trata, explicó, de diseñar, implementar y evaluar programas por medio de acciones afirmativas orientadas a eliminar los obstáculos que impiden la igualdad de oportunidades a la alimentación y a la educación en este sector vulnerable de la sociedad mexicana.
Enseguida, la senadora priista manifestó que, de acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Pública, un niño tiene cuatro veces más posibilidades de encontrar en la cooperativa de su escuela un dulce que un vaso con leche o verduras.
Ante esta grave situación, el Gobierno federal ha implementado diversos programas y acciones con el objeto de combatir el sobrepeso y la obesidad, particularmente en el ámbito escolar, recordó Verónica Martínez.