- Acapulco es considerada la segunda ciudad más violenta del mundo
- A pesar de los operativos conjuntos entre el Gobierno del Estado y la Federación, los índices de violencia en los últimos 2 años han ido en aumento
De acuerdo a un estudio realizado por el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, la ciudad de Acapulco tiene una tasa de 113.24 homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes, lo que la convierte en la segunda ciudad más violenta a nivel mundial, refirió la coordinadora del Grupo Parlamentario del PRD en el Senado, Dolores Padierna Luna.
"Otro estudio publicado recientemente por The Economist y que fue realizado por el Instituto Igarapé coincide con la tasa anterior, pero coloca a la ciudad de Chilpancingo también con una tasa alarmante que ronda lo 90 homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes" recordó.
De gira de trabajo por Acapulco, la coordinadora parlamentaria señaló que el promedio de la tasa a nivel nacional fluctúa entre 14 y 17 homicidios dolosos, por lo que claramente estas dos ciudades pueden ser consideradas como dos de las más peligrosas a nivel nacional e internacional.
"A pesar de que el Gobierno Estatal y el Gobierno Federal han celebrado infinidad de reuniones y han anunciado infinidad de acciones de coordinación para hacer frente a la escalada de violencia en la entidad, dichos esfuerzos han resultado inútiles, tan sólo el fin de semana pasado se registraron decenas de bloqueos carreteros, incendios de vehículos y enfrentamientos en la zona de Tierra Caliente, sin que ninguna autoridad ni estatal, ni municipal ni federal -incluyendo al propio Ejército y la Marina- tuvieran la capacidad para contener la violencia desatada.
Oficialmente se adjudican estos altos índices de violencia a una disputa entre grupos de delincuencia que se pelean el control de la producción y trasiego de la heroína, y se reconoce también que la proliferación de pequeñas bandas regionales o locales ha complejizado la estrategia para combatir a los grupos delictivos y para reducir las cifras de la inseguridad", sentenció.
Padierna Luna afirmó que, independientemente de las razones de la violencia -que son muchas y muy diversas y no sólo pueden ubicarse como parte de una disputa de control territorial- lo que ha quedado claro es que Guerrero es el ejemplo de que las estrategias de seguridad impuestas por el Gobierno Federal son todo un fracaso, Guerrero a pesar de contar con una importante presencia de elementos militares y de la marina, no ha podido combatir efectivamente a los grupos criminales que mantienen azolada a buena parte de la población.
"Algunos grupos sociales y empresariales de la entidad han propuesto la adopción de un modelo de coordinación que descanse en una Comisión Especial, como en algún momento se hizo en Michoacán, por desgracia, el caso de Michoacán no es un buen ejemplo, pues tras el paso de Alfredo Castillo por la entidad la violencia no se redujo y por el contrario, la impunidad y la protección a algunos grupos delictivos se hizo institucional", aseveró.
A consideración de la coordinadora parlamentaria urge repensar el modelo de seguridad para Guerrero, urge replantear una estrategia de seguridad que no traslade la responsabilidad del gobierno estatal y de los gobiernos municipales a la Federación, urge sanear todas las corporaciones policiales y monitorear las actividades de los policías que son dados de baja pues en muchos de los casos al salir de la institución se ponen al servicio de los grupos criminales.
"Urge construir un nuevo modelo se seguridad donde el centro de las acciones sean la prevención, la atención de los factores de pobreza y marginación, el desarrollo de estrategias de inteligencia operativa y financiera, el diseño de acciones, no sólo de despliegue de fuerzas armadas o policiales, sino su intervención desde una lógica geoestratégica y, desde luego, el fortalecimiento de la Fiscalía General del Estado, pues de nada sirve invertir en seguridad cuando la instancia encargada de procurar justicia y de acusar a los delincuentes, está debilitada, infiltrada y prácticamente desmantelada", señaló.
La senadora perredista reiteró su llamado a cambiar esta estrategia de fuerza y de despliegue territorial que ha demostrado ser un fracaso, "discutamos si la figura de Comisionado o Comisionada Especial puede ayudar a mejorar la coordinación entre los 3 niveles de gobierno, pero sin repetir los errores cometidos en Michoacán, discutamos, propongamos, hagamos algo pero hagámoslo ya, el pueblo guerrerense no merece vivir con miedo, no merece vivir en medio de una ola de violencia e impunidad, no merece sufrir los errores de sus gobernantes".