Con el propósito de reforzar la detección temprana del cáncer cervicouterino, el senador Francisco López Brito solicitó a la Secretaría de Salud (Ssa) aplicar métodos más efectivos, como la prueba de tamizaje con marcadores biomoleculares y la vacuna contra el papiloma humano.

 

En un punto de acuerdo presentado ante el pleno del Senado, el presidente de la Comisión de Salud afirmó que es necesario reconocer al cáncer cervicouterino como un problema de salud prioritario e impulsar su prevención, porque es la mejor defensa contra este padecimiento.

En tribuna, explicó que se trata de una enfermedad prevenible, en la mayoría de los casos, mediante la vacunación contra el virus del papiloma humano y el tamizaje con marcadores biomoleculares por reacción en cadena de la polimerasa en mujeres asintomáticas.

Actualmente, esta prueba se aplica sólo en el Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva, dijo.

Sin embargo, ante el aumento en el número de muertes de mujeres por cáncer cervicouterino, es necesario aplicarla en todos los institutos de salud pública del país, afirmó.

“En 2014 ocurrieron en el país 259 mil 146 defunciones en mujeres mexicanas, de las cuales los tumores malignos representaron el 14.6 por ciento de las muertes; y dentro de las neoplasias con mayor número de defunciones, el cáncer de mama y el cuello uterino ocasionaron, en conjunto, el 26 por ciento de todas las defunciones por cáncer en mujeres”, apuntó.

López Brito subrayó que el tamizaje con marcadores biomoleculares es un método reconocido por la Organización Mundial de la Salud, porque diversos estudios han revelado que es la mejor opción para prevenir el cáncer cervicouterino.

“La evidencia científica muestra que esta tecnología permite detectar más lesiones precancerosas y, con un tratamiento oportuno, puede salvar la vida a muchas mujeres, situación que demuestra la importancia de lograr que las nuevas tecnologías estén disponibles para todas las mujeres mexicanas”, aseguró.

También se requiere, agregó, reforzar la vacunación contra el virus del papiloma humano, que permitiría salvar la vida de cientos de mujeres al año.

“En México, la detección del cáncer cervicouterino se realiza en las etapas más tardías, lo cual indica que las campañas de prevención no son lo suficientemente efectivas; además, no contamos con los indicadores adecuados que nos permitan erradicar este tipo de cáncer”, señaló.

Expuso que el cáncer cervicouterino es el crecimiento anormal de las células que están en el cuello de la matriz y que el 99 por ciento de los casos están vinculados con la infección por virus del papiloma humano.

“Por esta razón, es necesario reforzar la vacunación contra este virus; en México, el cáncer cervicouterino es un problema de salud pública, se le reconoce como la segunda causa más frecuente de cáncer en la mujer y se ha documentado que ocurren aproximadamente 11 muertes por día debido a esta causa”, agregó.

Remarcó que, desafortunadamente, esta enfermedad afecta a las mujeres que tienen mayores desventajas económicas y sociales, pues la pobreza es un factor de riesgo.

“Muchas mujeres con bajos ingresos, lamentablemente, aún no tienen fácil acceso a los servicios de salud; esto significa que es posible que no se hagan las pruebas de detección ni reciban tratamiento para precánceres y cánceres de cuello uterino; la muerte prematura por cáncer cervicouterino se presenta principalmente en mujeres pobres, personas con problemas de discapacidad, de origen rural e indígena, por lo cual es importantísimo hacer un compromiso como legisladores para atender este problema”, consideró.

La propuesta del senador de Acción Nacional se turnó a la Comisión de Salud, para su análisis y dictaminación.

 

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