En 2014, la Secretaría de Hacienda aplicó un incremento mensual de 9 centavos a la gasolina Magna y de 11 centavos a la Premium. En enero de 2015, las incrementó en 26 y 27 centavos, respectivamente y las mantuvo en ese nivel durante el resto de año.

A diciembre de 2015, el precio al público de la Magna se ubicó en $13.57 por litro y el de la Premium en $14.38.

A partir de enero de 2016, la Secretaría de Hacienda modificó la política de establecimiento de precios, considerando un rango que fluctuaría entre $13.16 y $13.98 para la Magna y entre $13.95 y $14.81 para la Premium. El precio de venta de cada mes lo irá estableciendo dentro de este rango.

De enero a junio de 2016, determinó el precio de la Magna en el límite inferior del rango, lo que implicó una reducción de 41 centavos respecto a diciembre de 2015 y para julio ya anunció un incremento de 24 centavos, con lo cual todavía seguirá siendo 17 centavos más barata que en 2015.

En el caso de la Premium, mantuvo el precio en el límite inferior del rango durante enero-mayo; en junio lo incrementó en 8 centavos y en julio 34 centavos adicionales. El precio se ubicará en $14.37, sólo 1 centavo menos que en 2015.

De igual manera que la disminución de las tarifas eléctricas, falsamente, la Secretaría de Hacienda atribuyó la disminución de los precios de las gasolinas a la “Reforma Energética”, lo que no tiene ningún fundamento. Las verdaderas causas fueron la reducción de los precios internacionales y la modificación de los criterios para su determinación, lo cual no tiene nada que ver con la reforma energética.

La Secretaría de Hacienda justifica los incrementos al aumento del precio internacional, vinculado a la recuperación del precio del petróleo, pero otro factor que también lo explican son la depreciación del tipo de cambio, que afecta a más del 54% de las gasolinas por ser de origen importado.

Es importante mencionar que la disminución del precio de las gasolinas que se pudo sostener durante los primeros cinco meses del año fue posible gracias a la manipulación que hace la Secretaría de Hacienda al IEPS a combustibles automotrices que es distinto al establecido en la Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios.

Si se aplica estrictamente las cuotas establecidas en la Ley del IEPS, los precios deberían ser aún mayores.

El precio de la Magna sería de $13.91, 34 centavos más que en 2015 y el de la Premium de $14.96, 58 centavos más que en 2015 y 15 centavos por arriba del límite máximo establecido para 2016.

Se advierte que se pudo mantener artificialmente el precio de las gasolinas porque la Secretaría de Hacienda tuvo margen para manipular el IEPS, recurso que ya se agotó, debido a que, si se mantiene esta política ante un eventual aumento del precio de referencia, como el que ha ocurrido en los últimos meses, implicaría disminuir aún más el IEPS, lo que a su vez reduciría los ingresos del Gobierno Federal. 

Sólo como referencia es importante señalar que en el periodo enero-abril de este año, la Secretaría de Hacienda recaudó por los IEPS a gasolinas y diésel cerca de $90 mil millones, un promedio de $22,500 millones mensuales, lo que le ha permitido compensar en parte la caída de los ingresos petroleros.

También es importante señalar que el precio de las gasolinas en los Estados Unidos, desde hace algunos meses, ya es menor en los Estados Unidos que en México. Así, por ejemplo, la gasolina regular, equivalente a la Magna, tiene un precio de 2.10 dólares por galón, que equivale a $10.54por litro, 21% menos que en México.

Es por ello que la Secretaría de Hacienda determina precios más bajos en la frontera con los Estados Unido, que en el resto del país. Así, por ejemplo, para junio estableció el precio de la Magna en la frontera entre $9.44 y $10.07, precios similares a los vigentes en Estados Unidos.

A partir del mes de abril, se liberó la importación y comercialización de gasolinas. Adicionalmente, a partir de 2018 se liberarán los precios, lo que hace predecir que los precios al público aumentarán, por los siguientes motivos:

El precio de referencia que utiliza la Secretaría de Hacienda como dato básico para determinar el precio al público, se sustituirá por el precio de la gasolina importada. En mayo de 2016, último dato disponible, el precio promedio de las gasolinas importadas fue de $7.64 por litro, contra $5.45 del precio de referencia.

​Los importadores privados definitivamente utilizarán el precio de importación, en vez del de referencia que la Secretaría de Hacienda impone a Pemex, no obstante que pierde dinero por vender las gasolinas en menos de lo que le cuestan, lo que explica en parte las enormes pérdidas que tiene su división de refinación, que en 2015 fueron de $94,000 millones y en el primer trimestre de 2016 de $15,917 millones. 

Por ello, es altamente probable que los precios aumenten de manera importante, una vez concluida la liberalización del mercado. 

Si se consideran las diferencias que existían en mayo de 2016, el precio liberado hubiera sido de $15.91, 16% mayor, al que hubiera correspondido aplicando el precio de referencia.

En conclusión, el alza de los precios de las gasolinas que ha decretado la Secretaría de Hacienda y que seguramente seguirá aplicando durante los siguientes meses, tiene como propósitos: mantener el nivel de recaudación del IEPS y preparar el terreno para que el incremento de precios que casi inevitablemente ocurrirá cuando concluya la liberalización del mercado no sea tan abrupto, lo que en este caso si va a ser un resultado concreto de la “reforma energética”.

 

Sen. Dolores Padierna Luna

Vicecoordinadora del Grupo Parlamentario PRD