• Se trata de un tema hermanado con los derechos de asilo y de refugio, dijo la senadora del PAN, al inaugurar el diplomado “EL asilo como derecho a la protección internacional, en el Senado de la República.

La senadora panista Mariana Gómez del Campo Gurza informó que senadores de diversos grupos parlamentarios impulsan un paquete de siete reformas, “para fortalecer un tema que va hermanado al asilo y refugio, como lo es el de la migración y los derechos de las mujeres, de las niñas, niños, todos ellos víctimas de injusticias”.

Explicó que, de acuerdo con datos de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados, de mil 296 solicitudes de condición de refugiado, presentadas en 2013, a 533 personas les fue negada dicha figura, 176 abandonaron su petición y 275 se desistieron, debido a que el trámite es demasiado tardado y a que a los peticionarios los llevan a una estación migratoria.

Al inaugurar el diplomado “El asilo como derecho a la protección internacional”, la legisladora recordó que en 2011 el Congreso de la Unión logró que la reforma en materia de derechos humanos privilegiara la dignidad de las personas, por encima de cualquier acto u omisión que vulnerara sus derechos intrínsecos.

Como parte de las reformas a la Constitución, agregó, se propuso una para adicionar un párrafo al artículo 11 para reconocer el derecho de las personas de solicitar y recibir refugio.

“Ha habido avances significativos en materia de derechos humanos y de reconocimiento de asilo; sin embargo, aún quedan pendientes en la agenda legislativa en esta materia, que permitan sentar las bases que puedan dar certeza jurídica a las personas y establecer normas que garanticen el respeto a los derechos humanos”, concluyó Gómez del Campo Gurza.

El diplomado es organizado por el Instituto Gilberto Bosques y  el Centro de Capacitación y Formación Permanente (CECAFP), del Senado de la República; la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados, (COMAR)

 

 

(Intervención de la senadora Mariana Gómez del Campo Gurza, en la inauguración del diplomado “El asilo como derecho a la protección internacional”)

 

Muchas gracias, muy buenos días tengan todas y todos ustedes;

Agradezco la presencia de cada uno de los integrantes de este presídium por hacer posible la realización de este diplomado y, por supuesto, a todos los que estarán tomando el diplomado por los próximos meses.

Primero, el tema del asilo tiene una vital importancia para este Senado de la República; es parte de lo que ha distinguido a nuestra política exterior. La ha distinguido como una política de brazos abiertos y le ha dado un sello humanista que ha perdurado por décadas.

El asilo, por definición, es el lugar privilegiado de refugio para los perseguidos. La Declaración Universal de los Derechos Humanos establece, en su artículo 14, el derecho de las personas a buscar y recibir asilo en caso de persecución.

Para la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, el asilo es una institución en virtud de la cual se protege a individuos, cuya vida o libertad se encuentran amenazadas o en peligro por actos de persecución o violencia, derivados de acciones u omisiones de un Estado.

Para los mexicanos, es sinónimo de un país que sabe ser solidario, que se ha hermanado con las crisis humanitarias en el mundo, y que no importan las condiciones de violencia, inseguridad o conflicto social. Aquí sabemos bien recibir y acoger a quien más lo necesita. Por eso es que no queremos que se dé un solo paso atrás en esta valiosísima historia.

Tenemos muy presente la memoria de un grandísimo mexicano, ex legislador y primer cónsul de México en París, Gilberto Bosques, quien a través del asilo logró salvar la vida de miles de personas que eran perseguidas por los nazis en 1942, y es por ello que, como reconocimiento a esta destacada labor, el Senado de la República adoptó esa identidad para su Centro de Estudios Internacionales.

En segundo término, logramos que la reforma en materia de derechos humanos, en 2011, privilegiara la dignidad de las personas por encima de cualquier acto u omisión que vulnerara sus derechos intrínsecos. Como parte de las reformas a la Constitución Política, se encontraba el adicionar un párrafo al artículo 11 para reconocer el derecho de las personas de solicitar y recibir refugio.

Ha habido avances significativos en materia de derechos humanos y de reconocimiento de asilo; sin embargo, aún queda pendientes en la agenda legislativa en esta materia que permita sentar las bases que puedan dar certeza jurídica a las personas y establecer normas que garanticen el respeto a los derechos humanos.

Por ejemplo, estamos empujando, los senadores hoy presentes en esta mesa, un paquete de siete reformas para fortalecer un tema que va hermanado al asilo y refugio, como lo es el de la migración y los derechos de las mujeres, de las niñas, niños, todos ellos víctimas de injusticias.

Dicha tarea no puede esperar más, toda vez que según cifras de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR), en 2013, de mil 296 solicitudes de condición de refugiado a 533 personas les fue negada dicha figura, 176 abandonaron su petición y 275 personas se desistieron debido a que el trámite resulta ser demasiado tardado e incluso lo llevan dentro de una estación migratoria.