El respeto de los derechos humanos cobra mayor relevancia en estos momentos de transformación por los que atraviesa el país, por eso el Grupo Parlamentario del PRI analizará de forma objetiva, imparcial y con alto sentido de responsabilidad cada una de las propuestas para presidir la CNDH, afirmó el senador Emilio Gamboa Patrón.

Asimismo, estamos seguros que los 128 senadores tenemos la convicción de seguir avanzando en la vigilancia y cumplimiento de estos derechos, por lo que requerimos de una Comisión sólida que se identifique con la sociedad civil.
En ese sentido Gamboa Patrón recalcó que las y los candidatos serán evaluados por las comisiones de Derechos Humanos y de Justicia del Senado, del 27 al 31 de octubre, siendo el 13 de noviembre del año en curso, la fecha límite para que la persona electa rinda la protesta de ley correspondiente ante el Pleno de la Cámara de Senadores.
El Senado recibió un total de 39 candidaturas para la elección o, en su caso, reelección del ombudsman que desempeñará sus funciones en el periodo 2014-2019.
Los priistas en el Senado “tenemos un compromiso indeclinable con los derechos humanos y estamos conscientes de que el ombudsman aprobado por el Senado, deberá estar a la altura de los retos que enfrenta el Estado Mexicano en esta materia.
Agregó que la coyuntura en la que se presenta la designación del titular de la CNDH, obliga a actuar con la máxima responsabilidad, para responder a las demandas y reclamos de la sociedad, porque los mexicanos no podemos, de ninguna manera, consentir retrocesos en la cultura del respeto a las garantías individuales, que tanto empeño nos ha costado como sociedad, expresó el presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara alta.
Debemos reconstruir el tejido social que se encuentra lastimado, por lo que resulta indispensable recobrar la confianza de la población en las autoridades de todos los niveles, lo cual sólo será posible con el esfuerzo de los tres poderes y de la población en general. La protección de los derechos humanos no es, de ninguna manera, una concesión sino un deber irrenunciable, en el que todos debemos estar comprometidos.

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