Para favorecer la libertad, la dignidad y la igualdad de oportunidades, entre hombres y mujeres, el senador Mario Delgado Carrillo propondrá sustituir el concepto de “jefe o jefa de familia” por uno que incluya a todos los trabajadores sin importar su condición de género, edad, condición civil o cualquier otro atributo de la personalidad.

El legislador por el Distrito Federal afirmó que el artículo 123 constitucional contiene conceptos discriminatorios por edad y por género en lo referente a la definición del salario mínimo.
Dicho artículo señala que el salario mínimo debe ser suficiente para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia en el orden material, social y cultural, y para proveer a la educación obligatoria de los hijos.
Pero en esta redacción, el concepto jefe de familia “es aún discriminatorio respecto de aquellas trabajadoras o trabajadores que no encabezan una familia, pero que forman parte de un hogar; además es plenamente discriminatorio respecto de quienes encabezan una familia y no son de género masculino”, aseguró.
Mediante una iniciativa que será presentada mañana al Pleno del Senado, Mario Delgado también pedirá modificar la redacción del mismo artículo 123 “para que el salario mínimo general pueda proveer a la educación obligatoria de las ‘niñas, niños y adolescentes’, sustituyendo al actual concepto de “hijos”.
El documento precisa que se debe hacer una modificación en el ánimo de homologar con lo establecido en la reforma constitucional de 2011 al artículo 1 Constitucional, donde se contemplan los derechos laborales como parte de los derechos humanos.
En ese sentido, el integrante de la Comisión de Hacienda propondrá cambiar el concepto de un salario mínimo general que sea suficiente en la satisfacción de “necesidades normales”, para que lo sea en la satisfacción de “necesidades vitales”.
Mario Delgado destacó que de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, Inegi, en México 91 de cada 100 hogares son familiares y 9 son no familiares y 1 de cada 4 hogares es encabezado por una mujer.
Es decir, con base en la información estadística y poblacional, la actual disposición contenida en el artículo 123 constitucional discrimina, de acuerdo al tipo de hogar, cuando menos a 9 de cada 100 hogares; y por la identidad de género, a 1 de cada 4 hogares que son encabezados por mujeres en México.
“Esta discriminación y ausencia de trato igualitario tiene que eliminarse de la Constitución”, agregó.
El senador recordó que en México, se ha dado un debate nacional sobre el incremento al salario mínimo, que comenzó con la propuesta del Jefe de Gobierno del Distrito Federal, y que ha girado en torno los efectos que tendría en la economía
Pero, “hasta el momento actual de la deliberación, el problema está en el nulo esfuerzo que se ha hecho para echar una mirada al problema del salario mínimo desde el trabajador como sujeto central de derechos humanos en las actuales economías”.
Por esta razón consideró precisa una política de principios, que imponga los derechos humanos contra los argumentos políticos o económicos, haciéndolos valer y tomarlos en serio aun contra cualquier otro argumento.

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