Número-107
- Generar mejores protocolos de atención preventiva y vigilancia epidemiológica para salvar vidas, el objetivo de la senadora Kenia López Rabadán.
En la Comisión Permanente, la senadora Kenia López Rabadán propuso que cada 28 de mayo se conmemore el “Día Nacional de Lucha contra la Mortalidad Materna”, a fin de promover la convergencia de los sectores público, privado, academia y sociedad civil, para generar mayor investigación, protocolos eficientes de atención preventiva y vigilancia epidemiológica en esta materia.
De acuerdo con los datos epidemiológicos correspondientes a la última semana de abril de este año, la enfermedad por Covid-19 y la sospecha de posible infección por este virus constituyeron un 48.2 por ciento de las causas de muertes maternas.
“De lo que se puede concluir, que las mujeres presentan un particular riesgo de sufrir un fatal desenlace al momento de dar a luz o en días posteriores a ese momento, precisó la senadora en la exposición de motivos de su iniciativa, que fue turnada a las comisiones de Salud y de Estudios Legislativos, Primera.
López Rabadán señaló que la información anterior es un dato alarmante, ya que la razón de mortalidad materna calculada para esa semana de abril fue de 50.8 defunciones, es decir, un incremento de 72 por ciento, respecto a la misma semana epidemiológica del año anterior.
Por ello, la senadora de Acción Nacional busca sensibilizar a la población sobre las causas, incidencia en términos de salud pública e impacto socio familiar de la mortalidad materna, así como las acciones de atención integral que hay que emprender desde el ámbito de la política pública para prevenirla.
La legisladora subrayó que la muerte materna es definida como el deceso de una mujer embarazada o dentro de los 42 días siguientes a la terminación del embarazo, debido a cualquier causa relacionada o agravada con el embarazo mismo o su atención.
Adicional a esto, detalló que existe la llamada muerte materna tardía, en la que la mujer fallece por causas obstétricas directas o indirectas después de los 42 días y antes de un año de la terminación del embarazo.
Estas muertes, argumentó López Rabadán, deben ser registradas, investigadas y analizadas, con el propósito de establecer indicadores confiables en la materia.