Número-106 

  • Instituciones de prevención, seguridad y protección civil deben estar preparadas para proteger la integridad física y patrimonial de la población, señala Sosa Ruíz.


Los fenómenos naturales como tormentas tropicales y huracanes son considerados de riesgo para la humanidad, en razón de que causan graves daños a poblaciones determinadas, ocasionando pérdidas humanas, económicas y patrimoniales, afirmó la diputada del PES, Olga Patricia Sosa Ruíz, al presentar un punto de acuerdo en la Comisión Permanente.

 

A nombre de su Grupo Parlamentario hizo un llamado a la Coordinación Nacional de Protección Civil, a la Comisión Nacional del Agua, al Centro Nacional de Prevención de Desastres y al Servicio Meteorológico Nacional, para que unifiquen medidas y protocolos de protección civil para garantizar la seguridad de la población en los estados con mayor riesgo de sufrir afectaciones durante la temporada de huracanes, ciclones y tormentas tropicales 2020.

 

La legisladora señaló que el huracán es la última fase más peligrosa para la población por la magnitud de las lluvias, vientos fuertes y altos oleajes que presentan una vez que llegan a impactar en algún territorio.

 

Por su posición geográfica, dijo, México está en constante alerta por la llegada de estos fenómenos meteorológicos, en alrededor de 14 entidades como Baja California Sur, Sonora, Sinaloa, Nayarit, Colima, Jalisco, Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Tamaulipas, Veracruz, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, las más propensas a padecer graves complicaciones.

 

Indicó que la temporada de huracanes en México y en zonas del Océano Pacífico y Océano Atlántico, se prevé entre mayo y noviembre.

 

La diputada tamaulipeca recordó que nuestro país ha sufrido grandes estragos por la falta de prevención o por la magnitud de los fenómenos naturales que muchas veces rebasan la capacidad humana, como los daños que ocasionó el huracán “Manuel” en el 2013, donde murieron 123 personas, 97 de ellos por un alud en la comunidad de La Pintada, en Guerrero.

Detalló que también afectó a Coahuila, Chihuahua y Durango, donde hubo más de 59 mil evacuados y al menos 218 mil 594 personas afectadas. “Las pérdidas económicas se calcularon en 242 millones de dólares”, puntualizó.

 

Dijo que la forma y la intensidad con el que se presentan los huracanes -y en virtud de que son fenómenos naturales que se pueden monitorear y pronosticar- nos obliga a tomar medidas preventivas y de seguridad ante estos acontecimientos y la amplia posibilidad de que impacten en el territorio mexicano.

 

Por tal motivo, agregó, las instituciones de prevención y protección civil, en coordinación con instituciones de seguridad deben continuar preparadas para recibir la temporada de huracanes, para proteger la integridad física de las personas y así evitar pérdidas económicas y humanas y daños en la infraestructura.

 

Sosa Ruíz indicó que ante esta situación debemos involucrarnos, ocuparnos y seguir trabajando por la prevención y protección de la población en México, enfocándonos en todo acontecimiento natural que puede llegarse a presentar, como los ciclones, tormentas y huracanes.

 

Para el PES, puntualizó, es importante que la población de estos 14 estados, considerados con mayor riesgo en esta temporada, tenga claras las medidas, estrategias y acciones de prevención que deben de implementar desde el hogar para hacer frente a esta época, con la finalidad de salvaguardad su integridad física.

 

Es necesario, abundó, que sepan a dónde acudir en caso de que su comunidad se vea en riesgo de ser impactada por un fenómeno natural de alto alcance, o bien, qué hacer una vez que el huracán haya impactado y causado daños dentro de sus comunidades.

 

El punto de acuerdo se turnó a la Primera Comisión de la Permanente del Congreso.