La Comisión de Justicia, que preside el senador Roberto Gil Zuarth, inició esta mañana con los preparativos para poner en marcha el simulador que busca identificar las fortalezas y debilidades del anteproyecto del nuevo código único de procedimientos penales.

Se trata, afirmó Gil Zuarth, de un ejercicio inédito en el Poder Legislativo mexicano para “someter a prueba de laboratorio” el anteproyecto que presentó la Comisión el pasado 17 de octubre, a fin de verificar si su redacción genera confusión o puede mejorarse, así como las figuras jurídicas que sí cumplen con los propósitos del nuevo ordenamiento.

Dijo que con apoyo de la Procuraduría General de la República (PGR), del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE) y MSI-México se estableció una metodología y una serie de ejercicios con la finalidad de simular casos reales --con jueces, ministerios públicos, defensores y víctimas-- para probar cuáles son las virtudes y defectos del documento preliminar.

“La intención --agregó-- es videograbar cada una de las sesiones, a través de las cuales probaremos la fortaleza de las reglas procedimentales contenidas en el anteproyecto de dictamen y que el Consejo asesor esté observando estos ejercicios prácticos con el propósito de formular conclusiones, sugerencias y propuestas de modificación a los contenidos del anteproyecto”.

Para la senadora Arely Gómez González, del Partido Revolucionario Institucional, con este ejercicio, la Comisión de Justicia se pone a la vanguardia en la manera de elaborar el nuevo código, pues se implementó un mecanismo de audiencias públicas, un consejo técnico para asesorar a los legisladores y el simulador.

Por su parte, el senador Víctor Manuel Camacho Solís enfatizó que durante el proyecto ha prevalecido el consenso político ya que, por encima de preferencias u orientaciones de carácter partidista, lo que se quiere es contar con un instrumento que sirva al Estado y a la sociedad.

Por parte del CIDE, Javier Cruz Angulo precisó que se verificará la aplicación de las reglas procedimentales en la primera audiencia, que contiene la imputación, la vinculación y las medidas precautorias y más adelante a la audiencia intermedia y a lo que sería la instrucción.

Se trata, reiteró, de “ver realmente cómo camina esto dentro de la aproximación empírica, porque muchas veces las normas se producen y es en la realidad cuando nos damos tropezones por la simple producción parlamentaria”.

En este sentido, se busca, a través de la aproximación empírica, que se resalten los efectos y defectos que pueda tener la norma y evitar estos “tropezones” que se generan cuando se aplica la legislación.

Alejandro Ponce de León, representante de la agencia MSI-México, contratista del Programa de Apoyo en Seguridad y Justicia de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), afirmó que el objetivo central de la simulación es detectar las áreas problemáticas que son difíciles de visualizar al momento de redactar las normas.

De esta manera, afirmó que con el presente ejercicio, el cual calificó de “muy novedoso y muy necesario”, se pretende obtener el mejor sistema de justicia penal que pueda tener el país

En tanto, Jorge Emilio Iruegas Alvarez, director de Formación Personal de la Procuraduría General de la República, precisó que se realizará un “macro flujo” de lo que sería la audiencia inicial, intermedia y juicio de un caso en concreto.

Con ello, aclaró, se pretende revisar lo relativo a medidas cautelares, acuerdos reparatorios, suspensión condicional del proceso, procedimientos abreviados y revisiones con autorización judicial para actos de investigación.


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