Así lo sostuvieron los senadores Ernesto Ruffo Appel y Marco Antonio Blásquez Salinas, durante una reunión de trabajo de la comisión de Asuntos Fronterizos Norte, donde son presidente y secretario, respectivamente.
El documento, sostuvo Ruffo Appel indica que la iniciativa de reforma fiscal del gobierno federal, implica que el Impuesto Sobre la Renta (ISR) se incrementará hasta ocho veces en perjuicio de las maquiladoras.
También que existe la posibilidad del retiro de inversiones extranjeras, pues la industria manufacturera es la única que ha generado inyección directa de capitales foráneos al país, con 5 por ciento más con respecto al inicio del año. “Ningún otro sector ha invertido en el país”, refrendó.
A la fecha, sostuvo el senador panista, las empresas maquiladoras tienen la opción de pagar IETU o ISR, el que resulte más alto de un cálculo oficial que establece un gravamen de 17.5 por ciento.
La propuesta presidencial lleva a esta industria al régimen de 30 por ciento de ISR, además de declararse un nuevo impuesto a los dividendos de 10% adicional, “esto causa que la tasa nominal se vaya al 40 por ciento y mata la competitividad de la industria”.
Pero además, abundó, la reforma fiscal elimina la deducción del 100 por ciento de los pagos a trabajadores que registren dos salarios mínimos generales, que representan el 35 por ciento de las nóminas de las maquiladoras.
En su intervención el senador Marco Antonio Blásquez, dijo que el secretario de Hacienda, no pudo refutar que existe el riesgo de “recesión” y daño social en la franja fronteriza a consecuencia de la reforma fiscal, como lo evidenció un análisis del Centro de Estudios de la Frontera Norte.
La homologación del IVA al 16 por ciento tendrá impactos negativos significativos en los ámbitos económico y social en la región y franja fronteriza norte para la totalidad de sus habitantes y empresas, aseguró el senador del PT.
Además, alertó que el incremento en ese impuesto podría provocar recesión en el tema económico y desigualdad en el ámbito social, y aclaró que el aumento será altamente regresivo en la franja fronteriza.
Enfatizó que el PIB en la zona se vería afectado con una disminución del 3.43 por ciento, donde los sectores más afectados serían el comercio, agricultura y alimentos.
Dijo que el cambio impositivo al consumidor generaría una salida de divisas por la pérdida de consumidores provenientes de los Estados Unidos, así como la tendencia hacia las compras externas que podría destruir los efectos multiplicadores de la actividad en la zona.
En este aspecto manifestó que los bienes y servicios en los condados del sur de los Estados Unidos pagan un impuesto que oscila entre 5.61 y 8.25 por ciento, motivo por el que los bienes y servicios en la frontera norte se encarecerán 25 por ciento por la diferencia de impuestos.
El legislador estableció que las condiciones que dieron lugar a que se aplicara un IVA diferenciado en la zona no han cambiado y por lo tanto no hay razones para cambiarlo.
Por su parte, como invitada a la sesión, la senadora Silvia Guadalupe Garza Galván, expuso que existe una gran adhesión al rechazo al incremento del IVA e ISR en la frontera, de parte de senadores de todos los partidos, por las graves consecuencias que representa.
Bajo este argumento, vaticinó: “Este punto de la iniciativa –de la reforma hacendaria- no pasa, porque no pasa, pues primero es el bienestar del ciudadano y conservar la frontera con esa competitividad, que al parecer estamos trabajando para que las empresas huyan de México y se refugien en otro país donde les pongan una mejor tasa de impuesto”.
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