* La democracia avanza en el sentido que avanzan las libertades: Barbosa
* Derecho a la libertad de expresión, compatible con disidencia responsable; ha contribuido al desarrollo de las sociedades democráticas: Guillermo Silva Aguilar (UNAM)
La Comisión Interamericana siempre se mantiene vigilante de cualquier ruptura del orden democrático constitucional, la vigencia de estados de excepción y actos de violencia, impunidad, entre otras condiciones que comprometen el pleno goce los derechos y garantías fundamentales, aseguró su presidente José de Jesús Orozco Enríquez.
En tanto el Presidente del Senado de la República, Raúl Cervantes Andrade, aseguró que una democracia sólida debe ser vigilante del cumplimiento de los derechos humanos por parte de las instituciones del Estado y sus niveles de gobierno, porque de lo contrario, una democracia que no defienda estas garantías simplemente no existe.
Al inaugurar el Seminario Internacional Libertad de Expresión, Disidencia y Democracia, organizado en el marco del Centenario de la muerte de Belisario Domínguez, el senador Cervantes Andrade expuso que la libertad de expresión no se entendería si no se cumplieran los cuatro principios del marco jurídico: universalidad, progresividad, interdependencia e indivisibilidad.
Por su parte, el senador Miguel Barbosa Huerta, presidente del Instituto Belisario Domínguez, señaló que la democracia avanza en el sentido que avanzan las libertades.
El presidente del Senado sostuvo que se tienen que llevar a buen estadio constitucional legal en la realidad de la sociedad mexicana “los cuatro principios mencionados, no sólo de la libertad de expresión, sino de todo el conjunto de integralidad, de un sistema de derechos humanos”.
Dijo que es fundamental fomentar en la sociedad la cultura de los derechos humanos, “que en todos los mexicanos, nuestros connacionales y latinoamericanos se dé este cumplimiento”.
Aseguró que México tiene mucho que hacer en temas de esta importancia, “debemos reflexionar, estar abiertos al diálogo y transformar siempre nuestro marco jurídico en beneficio de la sociedad”.
Por su parte, el senador Miguel Barbosa Huerta, señaló que el acceso a la información en poder del Estado es un derecho fundamental de los individuos, “los Estados están obligados a garantizar el ejercicio de este derecho, cualquier tipo de censura sobre las opiniones o información difundida, viola el derecho a la libertad de expresión”.
Sostuvo que el control que algunas empresas de los medios de comunicación pueden ejercer, es una situación que resulta inadmisible en la pluralidad de un régimen democrático.
Miguel Barbosa aseguró que la degradación de la libertad de expresión puede llevar a la destrucción de la democracia. “En la actualidad, a la tradicional censura que algunos gobiernos siguen ejerciendo, hay que agregar la violencia del crimen organizado y del terrorismo contra el ejercicio de ese derecho en diferentes partes del mundo”.
El senador del PRD sostuvo que la disidencia es un derecho de una sociedad democrática como la mexicana, “sería impensable un gobierno digno si no es posible escuchar las voces disidentes y críticas, los puntos divergentes al gobierno y las críticas desde la oposición”.
Por su parte, José de Jesús Orozco Enríquez, presidente de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH), mencionó que ante el flagelo de la violencia derivada de conflictos armados internos en varios países de la región, la Comisión ha reportado a la Comunidad Interamericana los abusos cometidos, tanto por las fuerzas del orden, como grupos armados ilegales.
Afirmó que aún en democracia se violan derechos humanos. “Hay una diferencia entre los regímenes dictatoriales y los democráticos, en tanto que en estos últimos se comprometen a investigar, procesar y sancionar tales violaciones”.
Orozco Enríquez señaló que la Comisión Interamericana siempre se mantiene vigilante de cualquier ruptura del orden democrático constitucional, la vigencia de estados de excepción y actos de violencia, impunidad, entre otras condiciones que comprometen el pleno goce los derechos y garantías fundamentales.
En tanto, Guillermo Silva Aguilar, coordinador de análisis jurídico y políticas públicas de la UNAM, dijo que el derecho a la libertad de expresión es perfectamente compatible con la disidencia y ha contribuido al desarrollo de los seres humanos y las sociedades democráticas, siempre y cuando se ejerza de manera responsable y con respeto a los derechos humanos de los demás.
La disidencia, por legítima que sea, amparada bajo el derecho a la libertad de expresión, constituye una amenaza o un ataque al Estado democrático cuando se ejerce sin responsabilidad, sin ética, sin respeto a los derechos humanos.
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