Es por ello que el legislador perredista propuso reformar la Ley General de Deuda para que el monto de endeudamiento total del sector público nunca sea superior al 41 por ciento del Producto Interno Bruto de la Nación.
Refirió que el actual gobierno ha propuesto en el paquete económico 2014 una política fiscal con déficits transitorios y decrecientes para enfrentar los problemas coyunturales y acelerar la consolidación de la agenda económica estructural.
En este sentido, consideró necesario que se establezca con “toda claridad” el límite máximo de endeudamiento que como porcentaje del PIB puede ser contratado en un momento dado.
Indicó que de acuerdo con información de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público el monto de la deuda pública hasta junio de 2013, ascendía a 6 billones 62 mil millones de pesos; es decir ha crecido en 200 por ciento en los últimos 12 años.
Hizo notar que el primer año de gobierno de Enrique Peña Nieto la deuda habrá crecido 2.2 por ciento del PIB y para el cierre de su segundo año 1.5 por ciento.
Nada garantiza --subrayó-- que el Gobierno Federal aplicará efectivamente las medidas correctas que permitan bajar el nivel de endeudamiento en relación con el PIB, pues es evidente que no tiene certeza de qué camino debe seguirse para desarrollar al país sin comprometer la viabilidad de las finanzas públicas.
Advirtió que la política de continuar endeudando al país “nos está llevando a un callejón sin salida que puede acabar frenando cualquier posibilidad de desarrollo”.
Por ello, dijo que es urgente poner límites a la política de financiar el desarrollo con mayores niveles de endeudamiento y establecer su límite máximo.
La iniciativa se envió a la Cámara de Diputados.
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