Luego de advertir que el tabaco se convirtió en una de las amenazas más letales para quienes lo consumen y en un problema de salud pública, senadores y especialistas coincidieron en fortalecer la legislación para el control de este producto.
En la inauguración del Foro Internacional sobre Políticas Públicas para Control del Tabaco, se destacó la necesidad de que México cumpla con sus compromisos para la prohibición total de la publicidad, ambientes cien por ciento libres de humo y un nuevo aumento de los impuestos, según los parámetros fiscales recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Al evento asistió el senador Jorge Luis Preciado Rodríguez, coordinador parlamentario del PAN, quien reconoció que la regulación en el consumo del tabaco es un tema complicado porque existen muchos intereses involucrados en este tipo de negocios.
Sin embargo, dijo el también presidente de la Junta de Coordinación Política, se trata de legislar no en contra de las empresas sino a favor de la salud de la mayoría de la población y no de determinados “intereses creados”.
Sobre el tema, la senadora Maki Esther Ortiz Domínguez, presidenta de la Comisión del Salud del Senado, afirmó que el tabaco se convirtió en una de las amenazas más letales para los seres humanos que por su propia voluntad lo consumen.
Además, se ha convertido en un problema de salud pública con padecimientos en la población que podrían ser evitados y que el Gobierno debe solventar en lugar de dar prioridad a aquellos que son congénitos.
“Sabemos --agregó-- que el humo del tabaco contiene más de siete mil productos químicos, dentro de los cuáles la nicotina es sus principal componente, al menos 250 son nocivos y 50 cancerígenos”.
Destacó que la Encuesta Nacional de Adicciones 2011 demostró que en nuestro país aproximadamente ocurren 65 mil muertes diarias por enfermedades asociadas al tabaquismo.
Dijo que si bien los gráficos y las leyendas que exponen las consecuencias del tabaquismo en las cajetillas de cigarrillos influyen a discreción en la decisión de un adulto para que deje de fumar, se obtiene un beneficio considerable en niños y niñas que retrasan su edad de iniciación en el consumo o deciden abstenerse.
Por ello, en el Senado de la República está pendiente de dictaminación una iniciativa que busca cumplir con los estándares recomendados por el Convenio Marco para el Control del Tabaco, de la OMS.
En su turno, el senador perredista Fernando Mayans Canabal recordó que México forma parte de este instrumento que fue elaborado en respuesta a la propagación de la epidemia de tabaquismo en todo en el mundo y que se ve facilitada por la mercadotecnia mundial, la publicidad, promoción y patrocinio de trasnacionales, así como el movimiento internacional de contrabando y falsificación de cigarrillos.
El Presidente de la Comisión de Seguridad Social reiteró que para reducir la demanda de tabaco se requieren medidas como la protección a la exposición al humo y la regulación de la información divulgada en los productos del tabaco, el empaquetado y etiquetado de los mismos.
Maureen Birmingham, representante en México de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), señaló que las prohibiciones parciales son poco eficaces y en las últimas décadas se corroboró la asociación directa entre el consumo del tabaco en edades tempranas con las agresivas estrategias comerciales de la industria tabacalera, enfocadas, principalmente, en mujeres, jóvenes y niños.
Señaló que no obstante medidas para enfrentar al tabaquismo, “es ineludible reconocer que México se ha quedado al margen de los grandes avances de la región de las Américas en la implementación del Convenio Marco”.
En nuestro país, enfatizó, “hay tareas pendientes que requerirán de voluntad política y la acción coordinada de los tres poderes del Estado”.
“Confiamos en que el Estado Mexicano pronto cumplirá con sus obligaciones asumidas sobre la prohibición total de la publicidad, ambientes cien por ciento libres de humo de tabaco y un nuevo aumento de los impuestos que posicione al país dentro de los parámetros de carga fiscal recomendados por la OMS”.
Además, es necesario que nuestro país se adhiera a la tendencia internacional de incrementar las proporciones de los pictogramas y las advertencias sanitarias en al menos 50 por ciento de las principales superficies expuestas.
Por su parte, Fernando Cano Valle, comisionado Nacional contra las Adicciones, afirmó que el rezago en México en la lucha contra el tabaquismo se debe a que las políticas públicas en la materia “se han desmantelado, reconstruido y parchado constantemente”.
De esta manera, señaló que mientras que hace cuatro años la CONADIC contaba con 340 unidades de atención, hoy existen únicamente 39 centros que atienden esta enfermedad.
Erick Antonio Ochoa, Director de Iniciativas para el Control del Tabaco en México, coincidió en que la Ley General para el Control del Tabaco debe reformarse. Más aún, afirmó que en el contexto de la reforma hacendaria, sería un desperdicio no incluir mayores impuestos al tabaco como se ha propuesto ya en ambas Cámaras del Congreso de la Unión.
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