La Comisión Permanente hizo un llamado a la Secretaría de Salud para que, en coordinación con autoridades federales y locales, fortalezca o, en su caso, implemente mecanismos y protocolos de prevención, control y supervisión en hospitales públicos y privados, a fin de evitar el secuestro, sustracción ilegal o intercambio de niños recién nacidos.
Senadores y diputados destacaron la importancia de establecer medidas de prevención en los establecimientos de salud, con el propósito de ofrecer a pacientes y personal “un ambiente libre de riesgos”.
En el dictamen que se aprobó sin discusión, destacaron que el robo de infantes “es una realidad que debe ser atendida urgentemente”, pues persiste a pesar de la implementación de la “Alerta Amber”, programa de trabajo conjunto entre autoridades, medios de comunicación, agencias de transporte, empresas de telefonía celular y sociedad para dar a conocer el secuestro de un menor.
El caso más reciente se presentó en mayo pasado en la ciudad de Monterrey, donde una mujer aprovechó las deficientes medidas de seguridad para sustraer a un niño de dos días de nacido del área de cunas del Hospital Metropolitano.
El problema, acotaron, no es exclusivo de las instituciones públicas y privadas, ni de ningún estado en particular sino que afecta a todo México, por lo que es fundamental redoblar los esfuerzos para la prevención del secuestro, sustracción ilegal o intercambio de niños recién nacidos.
Una de las necesidades básicas, resaltaron, es resguardar la seguridad en los hospitales con personal que cuente con una formación integral que les permita no sólo ocuparse de las instalaciones, de los pacientes y del personal sino que también tengan la preparación para saber cómo actuar en caso de presentarse una emergencia o algún suceso fuera de lo normal.
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