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La Cámara de Senadores reformó la Ley General de Salud para que los establecimientos dedicados a brindar servicios residenciales de atención y rehabilitación de las adicciones, cuenten con una autorización sanitaria.

Lo anterior, con la finalidad de que dichos centros cumplan con los requisitos mínimos que les permitan atender de manera oportuna, digna y suficiente a los pacientes que lo necesitan.

Del universo de mil 732 establecimientos residenciales que ofrecen servicios de tratamiento residencial, solo 372 cuentan con reconocimiento del Centro Nacional para la Prevención y el Control de las Adicciones y el resto se encuentra en proceso de validación, se indica en el dictamen aprobado con 92 votos..

Para los senadores existen diversos factores que influyen para que algunas de estas empresas se oculten o cambien de residencia con facilidad, lo que a su vez conlleva a la clandestinidad y a la operación de prácticas no apropiadas y al evidente riesgo físico, emocional y psicológico de los pacientes.

Reconocen la importante labor de la mayoría de los centros de tratamiento, pero aclaran que debe evitarse que se ponga en riesgo la integridad física o psicológica a los usuarios de los servicios.

Por ello, consideraron que es preciso que esos centros cumplan con los requisitos mínimos para poder brindar la atención oportuna, digna y suficiente a los pacientes que lo necesitan.

Al fundamentar el dictamen, la senadora Maki Esther Ortiz Domínguez, presidenta de la Comisión de Salud, hizo notar que actualmente el abuso y la dependencia de sustancias adictivas, constituyen un problema de salud pública con consecuencias negativas que repercuten en la sociedad en su conjunto.

“Como legisladores --apuntó-- debemos procurar el tratamiento de las adicciones a través de servicios de calidad que aseguren metodologías confiables y seguras, así como un trato interpersonal sensible y digno para los pacientes”.

El dictamen de referencia fue turnado a la Cámara de Diputados.

 

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