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El senador Carlos Alberto Puente Salas propuso fortalecer la  divulgación científica y tecnológica para generar nuevos mecanismos institucionales que apoyen y estimulen la aplicación de otros conocimientos a la solución de problemas concretos, su explotación comercial, así como la formación de capacidades en propiedad intelectual.

Señaló que estos objetivos retoman las propuestas planteadas en el documento Hacia una Agenda Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, que fue producto del esfuerzo de 65 instituciones de educación superior, centros de investigación y organismos empresariales

Al exponer los alcances de su iniciativa, el legislador del PVEM planteó que el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) establezca anualmente una estrategia nacional de divulgación que responda a los lineamientos señalados en el Programa Especial de Ciencia, Tecnología e Innovación.

Además, que destaque la utilidad del conocimiento para la solución de problemas concretos  y fije metas específicas e indicadores que permitan evaluar su desempeño.

Explicó que la reforma coadyuva a  una coordinación entre el CONACYT y el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI)  para que las unidades de vinculación y transferencia de conocimiento existentes en instituciones de educación pública superior y Centros Públicos de Investigación apoyen  la aplicación de avances científicos y tecnológicos.

Señaló que México es uno de los países con los mayores rezagos en ciencia, tecnología e innovación debido al bajo número de patentes solicitadas y concedidas a mexicanos.

“De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Propiedad Industrial (OMPI) --precisó-- en 2010 en México se solicitaron poco más de 14 mil patentes, mientras que en Estados Unidos se solicitaron más de 490 mil”.

Dijo que este bajo nivel de producción de patentes nacionales tiene serias repercusiones: primero, constituye un obstáculo para mejorar el desempeño económico de México, de sus regiones y comunidades. En segundo término, limita la capacidad del Estado mexicano para combatir la pobreza, la desigualdad y la violencia.

“En cierta medida nuestros problemas en materia de innovación y patentes hunden sus raíces en la falta de una estrategia integral de divulgación del conocimiento científico y tecnológico, que permita valorar su utilidad para la solución de problemas concretos, así como los beneficios económicos que puede generar su transformación en bienes específicos”, señaló.

La iniciativa de reformas a las leyes  Orgánica del CONACYT  y de la Propiedad Industrial, se turnó a las comisiones unidas de Ciencia y Tecnología y de Estudios Legislativos, Segunda, para su análisis y dictamen.

 

 

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