Número-1280

  • En el contexto de la pandemia, a algunos padres de familia se les dificulta participar en el proceso de enseñanza de sus hijos.

La imposibilidad para hacerse cargo de los asuntos académicos de sus hijas e hijos menores produce mayores niveles de estrés en las y los trabajadores, lo que puede repercutir en su productividad, advirtió la senadora Indira de Jesús Rosales San Román.

 

La legisladora del PAN propuso que, ante una emergencia sanitaria, se les otorgue a los empleados permisos con goce de sueldo, de un día a la semana, para que puedan apoyar a sus hijos que cursan la educación básica.

 

Para ello, presentó una iniciativa para reformar el artículo 132 de la Ley Federal de Trabajo, a fin de garantizar el bienestar emocional de los trabajadores, el libre desarrollo de sus habilidades laborales, pero también sus responsabilidades como jefas y jefes de familia.

 

Rosales San Román explicó que es complicado que las y los niños de nivel básico asistan de manera regular a sus clases a distancia, por lo que es necesario tener la tutela y el cuidado del padre o madre para potencializar su aprendizaje.

 

“En el contexto de la pandemia, los padres de familia ni siquiera están enterados del proceso de enseñanza de sus hijos en esta etapa de educación remota. Por cumplir con sus responsabilidades laborales no pueden saber si están aprendiendo y, peor aún, si asisten a sus clases diarias”.

 

Actualmente no hay un beneficio de este tipo y a los trabajadores que necesitan ausentarse de sus áreas laborales para cumplir con sus obligaciones como padres, se les deja de pagar y eso afecta directamente a su economía, agregó la senadora en la iniciativa, que fue turnada a las comisiones unidas de Trabajo y Previsión Social y de Estudios Legislativos, el pasado 29 de abril.

 

 

El sistema laboral debe garantizar que las y los trabajadores cuenten con condiciones que les permitan cubrir sus necesidades básicas para trabajar adecuadamente, así como su bienestar emocional.

 

Sin embargo -acusó- en muchas ocasiones las empresas o en diferentes órdenes de gobierno, este objetivo pasa a un segundo plano, se prioriza el rendimiento y se dejan de lado las necesidades personales.