Número-943 

  • El presidente del Senado apoya la decisión de las compañeras que laboran en la Cámara Alta sobre el paro nacional convocado para el 9 de marzo.

El Senado de la República reconoce y acompaña los diversos movimientos feministas que han hecho posible el avance sustancial de los derechos humanos de mujeres y niñas, y permitido construir instituciones sólidas, muchas de ellas lideradas por mujeres con amplia convicción transformadora.

 

El presidente de la Mesa Directiva, Eduardo Ramírez, emitió un pronunciamiento con el que la Cámara de Senadores acompaña, este 8 de marzo, la voz de las mujeres y niñas mexicanas, que buscan un cambio sustancial que les permita vivir y desarrollarse plenamente.

 

Además, solicitó a las y los titulares de las áreas administrativas para que respalden la decisión que tomen las compañeras que laboran en este órgano del Congreso de la Unión, para adherirse al paro nacional de actividades que desarrollan las mujeres, convocado para el próximo 9 de marzo.

 

Para el Senado de la República, asentó Eduardo Ramírez, la presencia y participación de las mujeres en todos los espacios siempre es indispensable. Su colaboración en la toma de decisiones enriquece y permite el avance de nuestro país, así ha quedado demostrado ante la actual crisis sanitaria.

 

Por ello, en el marco del Día Internacional de la Mujer, se realizará un homenaje y merecido reconocimiento a las mujeres enfermeras que se encuentran en la primera línea de atención de la Covid-19, el próximo 10 de marzo.

 

El presidente de la Mesa Directiva asentó que las mujeres deben ser el eje central de la política pública y de las acciones que se generen para impulsar la igualdad de género:

“Necesitamos que se refleje su presencia, pero también su inclusión y participación desde su más amplia diversidad, esa diversidad que las hace indispensables para lograr un cambio sustancial en México”.

 

Para el Senado de la República es y ha sido una prioridad la participación tanto de legisladoras como de las mujeres que integran las áreas operativas, administrativas y técnicas.

 

Muestra de ello es que la LXIV legislatura es la primera de la paridad en México y que ha logrado avances sustanciales en los derechos humanos de este sector, como la reforma para que ellas ocupen el 50 por ciento de cargos públicos en los tres órdenes y niveles de gobierno, incluidos los organismos constitucionales autónomos.

 

También se aprobaron cambios para establecer la igualdad entre mujeres y hombres; garantizar la participación de ellas en los puestos de representación y que los ejerzan de manera libre y sin discriminación alguna; así como para sancionar la violencia política contra las mujeres por razones de género.

 

Eduardo Ramírez destacó que se brindó protección y seguridad a las personas trabajadoras del hogar; y se amplió el catálogo de delitos que ameritan prisión preventiva oficiosa para la protección de mujeres y niñas.

 

Adicionalmente, en el Senado de la República se crearon las comisiones especiales para dar seguimiento a feminicidios en niñas y adolescentes, así como a la implementación de la agenda 2030 en México; y se exhortó a los gobiernos locales a instrumentar acciones para garantizar el derecho de mujeres y niñas a vivir una vida libre de violencia.

 

La Cámara de Senadores también obtuvo la certificación con distintivo plata sobre Igualdad Laboral y no Discriminación, y cuenta además con un Protocolo especial para prevenir, atender y sancionar la violencia de género en el reciento parlamentario, “avances sustanciales que nos permiten reiterar el derecho de las mujeres a desarrollarse en espacios seguros y libres de violencia”.

 

Tenemos muchos retos aún, muchos de ellos implican el cambio de estereotipos y roles de género que siguen mermando la posibilidad de que mujeres y niñas vivan y puedan desarrollarse en espacios seguros y libres de violencias.

 

Las niñas y mujeres mexicanas, acotó Eduardo Ramírez, necesitan y se merecen un presente y un futuro donde se les incluya y se les trate con igualdad, con pleno reconocimiento a sus derechos humanos.