Número-825

  • A nueve años de servicio la carretera presenta baches, lo que pone en riesgo la integridad de las personas que circulan por esa zona.

El pasado 2 de febrero, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes comunicó que el Fondo Nacional de Infraestructura incrementó tres por ciento el pago de las tarifas de peaje en las carreteras.

 

A partir del 3 de febrero, Caminos y Puentes Federales de Ingresos y Servicios Conexos, como operador, aplicó las tarifas autorizadas en las plazas de cobro, incluyendo la supercarretera Durango-Mazatlán.

 

En este contexto, el senador Miguel Ángel Lucero Olivas, del PT, denunció que dicha autopista se encuentra en mal estado; la carpeta asfáltica está dañada y tiene los conocidos baches, por lo que la integridad de cualquier vehículo se pone a prueba por esa vía.

 

Señaló que el volumen de tránsito anual en la vía es de más de ocho millones de vehículos, con un promedio de más de 25 mil diarios, de acuerdo con datos proporcionados por Capufe y por la Dirección General de Servicios Técnicos.

 

Exhortó a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes a revisar el funcionamiento y operación de la autopista Durango-Mazatlán, pues a pesar del aumento a la tarifa, ofrece a los usuarios una autopista en malas condiciones, lo que pone en peligro su vida.

 

A más de nueve años de iniciar su operación, insistió, es imperioso que esta vía brinde estándares de seguridad que los ciudadanos y ciudadanas merecen.

 

Lucero Olivas denunció que esta carretera es de las más caras de todo el país, ya que se pagan 668 pesos en un recorrido de 230 kilómetros, lo que resulta en un costo de 2.9 pesos por kilómetro. El punto de acuerdo se turnó a la Comisión de Comunicaciones y Transportes.