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La Cámara de Senadores acordó establecer el 26 de septiembre de cada año como el Día Nacional de la Prevención del Embarazo en la Adolescencia.
Los legisladores consideraron que el embarazo en adolescentes es un tema “preocupante” por distintas razones, debido a que física y mentalmente “no están preparados para afrontar la responsabilidad que conlleva un hijo”.
Por otro lado --agregaron-- el cuerpo de la madre no está completamente preparado para un embarazo y puede llegar a presentar problemas como trastornos hipertensivos, que causan a nivel mundial un número elevado de muertes maternas.
En este sentido, destacaron que en el caso de las jóvenes menores de 20 años el riesgo de morir por esta causa es mucho mayor.
Refirieron que en México 20 por ciento de los adolescentes de entre 15 y 19 años son sexualmente activos, mientras que 9 de cada diez adolescentes tuvieron su primera relación sin protección.
Asimismo --señalaron-- 31.1 por ciento de los jóvenes en zonas rurales tienen su primer hijo a los 18 años y entre mujeres indígenas este dato sube hasta 50.8 por ciento, mientras que en zonas urbanas el porcentaje es de 23.3 por ciento.
Por ello, manifestaron que es fundamental hacer conciencia sobre esta problemática y llevar a cabo acciones que se orienten a informar a este sector de la población sobre la forma de evitar embarazos no planificados.
Sobre el tema, la senadora panista Maki Esther Ortiz Domínguez, presidenta de la Comisión de Salud, expuso que en 2011 se registraron 30 nacimientos --por cada mil mujeres-- en adolescentes de 12 y 19 años de edad.
Ante este panorama, consideró necesario implementar campañas para concientizar a niñas, niños y adolescentes sobre la prevención del embarazo y el número de hijos que quieren tener de manera responsable de acuerdo con lo que establece la Constitución.
En tanto, la senadora priista Hilda Esthela Flores Escalera dijo que el embarazo en adolescentes representa un problema de salud pública, toda vez que según la Secretaría de Salud, de los 2 millones de nacimientos que ocurren en México cada año, 480 mil corresponden a mujeres de entre 14 y 19 años.
De esa cantidad, precisó, más del 60 por ciento de los embarazos en adolescentes, no fueron planeados, pues se estima que las mujeres mexicanas tienen su primera relación sexual a los 15 años y la mayoría no usa algún o método anticonceptivo.
Por el PRD, la senadora Angélica de la Peña Gómez expresó que a partir de la designación de este día nacional se debe llevar a cabo una evaluación de las políticas públicas que vayan encaminadas a detener el embarazo en adolescentes “a lo largo y ancho del país”.
Aseguró que estamos ante “un grave problema de salud pública”, que afecta principalmente a las adolescentes en la realización de su proyecto de vida.
En su turno, la senadora María Elena Barrera Tapia, del PVEM, se pronunció por actuar de manera preventiva para evitar más decesos de adolescentes, ya que el 25 por ciento de los embarazos en México son en adolescentes.
Por ello, celebró esta iniciativa que permitirá contribuir en uno de los de los objetivos del milenio: reducir la muerte materna.
Para la senadora petista Martha Palafox Gutiérrez se trata de un “asunto de educación”, ya que se han perdido valores e identidad y “hoy nos conducen los medios masivos de comunicación con estereotipos, modas, consejos, recetas y demás”.
Señaló que más allá de “hacer decretos, recomendaciones, críticas o proposiciones debemos abonar para que vayamos a una nueva cultura de participación y educación con los jóvenes e hijos”.
Al expresar su opinión “como médico ginecólogo” el senador panista Francisco Salvador López Brito, comentó que el embarazo en adolescentes ha incrementado los índices de operación cesárea, y con ello las patologías derivadas de la inmadurez del aparato reproductor de la mujer que muchas veces ocasionan la muerte de la niña o adolescente.
El dictamen se devolvió con modificaciones a la Cámara de Diputados
Avalan reforma a la Ley General de Salud
En otro tema, el pleno avaló la modificación de la Ley General de Salud para establecer que el derecho a la protección de la salud tenga como finalidad el bienestar físico y mental de la persona, así como contribuir al ejercicio pleno de sus capacidades.
Con este cambio se elimina la palabra “hombre” y se sustituye por “persona”, con el objetivo de brindar a mujeres y hombres las mismas oportunidades, condiciones y formas de trato --sin dejar a un lado las particularidades de cada-- que permitan y garanticen el acceso a los derechos que tienen como ciudadanos.
Al respecto, la senadora Maki Ortiz Domínguez dijo que el programa de igualdad de género en salud busca avanzar hacia el respeto del derecho a la salud al considerar las diferencias biológicas entre hombres y mujeres.
De igual manera, agregó, se pretende eliminar las desigualdades sociales producto de un sistema tradicional de género y propiciar la equidad de acceso en la atención médica de ambos sexos.
En tanto, el senador perredista Fidel Demédicis Hidalgo expresó que el reconocimiento de la igualdad entre mujeres y hombres ha permitido avanzar en temas trascendentales.
Lo anterior, subrayó, es un ejemplo de que se pueden superar posiciones políticas e intereses particulares para “proclamarnos como un Estado moderno” y “más igualitario”, que está atento a generar las condiciones óptimas de salud, educación, seguridad y trabajo.
El documento se envió al Ejecutivo federal para su publicación.
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