Luego de un año, en el que investigadores, historiadores y especialistas analizaron el desarrollo e impacto de los movimientos libertarios, este día concluyó el Seminario Permanente Independencia y Revolución en los estados de la República Mexicana.

Con la revisión de los movimientos en Tlaxcala, Tamaulipas y Querétaro, el Senado cerró el ciclo de conferencias, que formaron parte de los festejos organizados por la Comisión Especial encargada de las celebraciones de ambas gestas fundacionales.

El senador Melquiades Morales Flores, presidente de la Comisión Especial encargada de los Festejos del Bicentenario de la Independencia y del Centenario de la Revolución, destacó la importancia de conocer la historia y desarrollo de los distintos estados del país.

Aseguró que no es conveniente ver a la historia nacional sólo desde el centro y valoró el interés y participación de la sociedad en el conocimiento de la historia y el pasado.

Por su parte, la doctora Patricia Galena, secretaria técnica de la Comisión Especial, indicó que es muy difícil comprender la historia del país si no se estudia la historia de cada una de sus regiones.

Sobre el Seminario aseveró que con el éxito del mismo, quedó sentado que “la gente quiere conocer sus raíces y no hace falta que se adorne con juegos artificiales traídos de Francia, ni con espectáculos mediáticos, simplemente con un historiador que haya estudiado un tema y que venga a difundirlo”.

En tanto, Cándido Portillo Cirio, presidente de la Fundación de la Independencia y Centenario de la Revolución de Tlaxcala, comentó que la prohibición de no oír ni decir, leer ni escribir lo que se siente más la sequía y el desabasto alimentario en 1810 y 1811, fueron tierra de cultivo para el movimiento independentista.

Expresó que aunque muchos estados se disputen como la “cuna de la Revolución”, Tlaxcala demostró que lo es con los hechos suscitados en Contla, el 26 de mayo de 1910, cuando Juan Cuamatzi, Marcos Hernández Xoloctzin, Felipe Villegas y Pedro M. Morales, encabezaron una protesta contra el dictador Próspero Cahuantzi, movimientos que aunque no llegaron a cristalizar, desencadenaron actos de repercusión nacional.

Miguel Rubiano Reyna, presidente de la Sociedad Tamaulipeca de Historia, Geografía y Estadística de Matamoros, declaró que tiene que utilizarse la historia como un elemento aglutinador de la nacionalidad y la defensa ante las circunstancias que nos pueden enfrentar.

Agregó la geografía de Tamaulipas hizo que quedara aislado de la Nueva España; sin embargo, “es un territorio con una fuerte conciencia nacionalista y entendimiento de la soberanía”.

Finalmente, la investigadora María Eugenia García Ugarte, del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, expuso que Querétaro fue revolucionado y no revolucionario.

Expresó que el conservadurismo característico del Estado, lo hizo participar en el movimiento revolucionario pero enfocado hacia la política y no las armas, “es un territorio donde no hay ejército, ni armas”.

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