Número-1444
- Con una medida de esta naturaleza se podría disminuir la pobreza extrema en el país, aseguran.
Con el objetivo resarcir las necesidades económicas de las personas durante la pandemia por la que atraviesa México, la senadora Kenia López Rabadán aseguró que es fundamental implementar un ingreso básico universal para superar esta situación.
En su participación en el foro virtual “El mínimo vital en la Constitución de la CDMX, una alternativa para enfrentar la pobreza”, precisó que dicho ingreso sería de 3 mil 207 pesos mensuales, para 54 millones de mexicanos que no tienen empleo formal o informal.
La presidenta de la Comisión de Derechos Humanos advirtió que en lo que va del año se perdieron 700 mil empleos. Por la emergencia sanitaria un gran número de personas, precisó, no tienen la posibilidad de salir a la calle y los que la tienen, en este momento no pueden vender.
La senadora de Acción Nacional dijo que no se trata de un tema clientelar o electoral, sino de derechos humanos. “Debemos de transitar más allá de las aspiraciones políticas o partidistas”, expresó.
Destacó que actualmente el Gobierno no debe destinar recursos para las grandes obras. “Dejemos de pensar en obras y pensemos en salvar la vida y economía de las personas”.
En este sentido, expresó que en el Senado se deben buscar los consensos necesarios y crear una unidad nacional para garantizar el derecho a un ingreso universal que atienda las necesidades básicas de las personas durante este escenario de emergencia, provocado por el Covid-19.
El diputado federal de Morena, Porfirio Muñoz Ledo, opinó que es el momento para implementar un programa de este tipo. Se podría aplicar de manera temporal, mientras dura la crisis y después hacerlo obligatorio, precisó.
Sugirió que el ingreso básico se dirija a la población que se encuentra en pobreza extrema en el país, pues ello permitiría desaparecer esta condición socio-económica. Es algo histórico que debería ser apoyado por todos, agregó.
El ex senador y constituyente de la Ciudad de México, Santiago Creel, consideró que un ingreso básico sería un instrumento de la política social, que podría ser el más poderoso “con que hayamos contado en los últimos siglos”, para acabar con la pobreza.
Consideró que los actuales programas sociales van a reproducir el sistema de pobreza en el cual vive México, pues no han sido eficaces para romper este círculo vicioso. Explicó que el ingreso mínimo es algo distinto a lo que se ha hecho en política social en los últimos 40 años, por lo que se debe legislar en esta materia a nivel nacional.
Cecilia Soto, representante del Gobierno de Chihuahua, dijo que ante la crisis sanitaria y económica es necesario que el gobierno implemente un “ingreso emergente” para asalariados y no asalariados, con el objeto de que las personas que tienen la necesidad de salir a buscar empleo, no arriesguen su vida, ni la de los demás.