Número-1415

  • La unidad entre tiendas departamentales y productores rurales será importante para que el campo salga adelante, señala el senador.
  • Necesario reactivar los establecimientos comerciales a la brevedad, siempre y cuando se tomen las medidas sanitarias necesarias: Claudia Anaya.


El presidente de la Comisión de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural del Senado de la República, José Narro Céspedes, y la senadora Claudia Edith Anaya Mota, del Grupo Parlamentario del PRI, coincidieron en que el apoyo a los proveedores, especialmente al sector agropecuario, será crucial para garantizar el adecuado funcionamiento de las cadenas comerciales.

 

Durante la mesa de trabajo virtual “El Papel de las Cadenas Comerciales en la Atención a la Crisis”, parte de la Conferencia Nacional para la Recuperación Económica, organizada por el Consejo Coordinador Empresarial, concordaron en la necesidad de reactivar los diversos sectores que forman parte de la cadena productiva, siempre y cuando las autoridades sanitarias lo permitan.

 

En su intervención, el senador José Narro Céspedes, integrante de la bancada de Morena, reveló que México tiene un problema de autosuficiencia alimentaria, pues solamente producimos el 59 por ciento de los alimentos que consumimos.

 

Indicó que, entre marzo y abril, las cadenas de la ANTAD y Walmart tuvieron un aumento del 11 por ciento en su valor de capitalización debido a la emergencia sanitaria, pues la gente ha aumentado su consumo en el confinamiento, generando un incremento en el valor de dichas empresas.

 

Explicó que los campesinos mexicanos están comercializando la cosecha del periodo otoño-invierno, en el cual, generalmente, se produce maíz, trigo, sorgo, cebada y algunas hortalizas. Sin embargo, informó, los precios de éstos han bajado por una reducción en el consumo, ya que muchos restaurantes y negocios han cerrado por la pandemia y, como consecuencia, han dejado de adquirir dichos productos.

 

El legislador propuso reducir las cadenas de suministro para que no se quede la mayor ganancia en éstas y haya un mayor apoyo al productor primario. Además, pidió que las cadenas comerciales lleguen a un acuerdo con los agricultores para que el precio en tiendas de sus productos repercuta directamente en un proceso de recapitalización de los productores rurales de nuestro país.

 

La unidad entre tiendas departamentales y productores rurales, y la reducción de las cadenas de suministro, será muy importante para que el campo pueda salir adelante, sentenció.

 

En tanto, la senadora Claudia Edith Anaya Mota, del Grupo Parlamentario del PRI, aseguró que las redes de proveeduría se están desarticulando, lo cual se puede notar asistiendo a las tiendas del ANTAD o de cualquier establecimiento de consumo alimentario.

 

Detalló que esto se debe principalmente a que las labores de los abastecedores no fueron consideradas en el Decreto que establece las actividades esenciales que no pueden detenerse durante la emergencia sanitaria generada por el COVID-19.

 

Agregó que el Tratado Comercial entre México, Estados Unidos Y Canadá (T-MEC), nuestro país no contempla a la minería como actividad esencial, mientras que las otras naciones sí lo hacen. La legisladora indicó que esto perjudicará a la industria nacional pues las empresas mineras se verán en desventaja por parar su labor y cortar las cadenas de proveeduría.

 

La legisladora afirmó que al poco tiempo de iniciar la contingencia sanitaria y la cancelación de las actividades no prioritarias, se rompieron varios eslabones de la cadena productiva, por lo que es necesario reactivar los establecimientos comerciales a la brevedad, siempre y cuando las autoridades lo permitan y se tomen las medidas sanitarias necesarias.

 

De acuerdo con la Asociación Nacional De Tiendas De Autoservicio Y Departamentales (ANTAD), las cadenas comerciales han acatado las medidas sanitarias dictadas por las autoridades de salud para cuidar de sus proveedores, colaboradores y clientes.

 

Al ser considerada una actividad esencial, la labor de estos comercios no ha parado a pesar de las condiciones que la emergencia sanitaria ha generado, pues el cierre de operaciones este tipo de tiendas impediría el abasto de alimentos de la ciudadanía.

 

Para el cumplimiento de esta labor, las cadenas de distribución han atendido las tres recomendaciones esenciales que la Secretaría de Salud ha dictado: mantener la sana distancia; el uso de equipo de protección, como caretas, cubrebocas y guantes; y la higiene del personal y de las instalaciones.

 

Según cifras del mismo ANTAD, sus miembros registraron en marzo un crecimiento del 1.1 por ciento, es decir, una desaceleración de 6.4 puntos porcentuales en comparación con el mes anterior. De forma desglosada, las ventas realizadas en las tiendas de autoservicio crecieron 21.9 por ciento; en contra parte, las departamentales cayeron 18.9; mientras que las especializadas se contrajeron tres puntos.