Número - 1544

  • Coincidimos en que no debe criminalizarse a las mujeres: senador Martí Batres

 

En sesión Solemne, la Cámara de Senadores otorgó el Reconocimiento “Elvia Carrillo Puerto” 2019, a María Consuelo Mejía Piñeros, como homenaje a su labor en favor de los derechos humanos de las mujeres y de la igualdad de género.



El presidente del Senado de la República, Martí Batres, destacó que como parte de la pluralidad existen variadas posturas ideológicas, políticas, religiosas y filosóficas en la sociedad mexicana y en la sociedad política mexicana, “pero todas y todos hemos coincidido en un punto desde hace tiempo, no debe criminalizarse a las mujeres”. 

 

Resaltó que la distinción se entrega a quien que se ha destacado en la defensa de los derechos de las mujeres, en la lucha por la igualdad sustantiva entre mujeres y hombres, en la batalla contra la criminalización de las féminas y en la defensa del Estado laico.

 

Batres Guadarrama reconoció a Consuelo Mejía por ser parte de un importante movimiento feminista mexicano, referente indispensable para la revisión de los grandes logros que ha tenido el país. Hoy, dijo, el reconocimiento se entrega en el Senado de la República, una de las cámaras del primer Congreso paritario en México. 

 

Adicionalmente, mencionó, el Senado ha realizado diversos acercamientos para lograr una reforma constitucional que permita observar la paridad entre mujeres y hombres en todos los órganos del Estado, así como en los tres niveles de gobierno y en los órganos autónomos.

 

En nombre de la Comisión para la Igualdad de Género, su presidenta la senadora Martha Lucía Micher Camarena, consideró que la galardonada es un ejemplo de la defensa incansable del derecho de las mujeres a ser dueñas de sus vidas, de su sexualidad, su maternidad y sus cuerpos. 

 

De origen colombiano, continuó, Consuelo Mejía ha luchado en México por los derechos humanos de las mujeres, el control de la natalidad, la educación, la libertad sexual igual que en su tiempo lo hizo Elvia Carrillo Puerto. “Podríamos decir que María Consuelo es nuestra monja roja del siglo XXI”, señaló.

Hace 27 años, dijo, es directora de la organización Católicas por el Derecho a Decidir. Ha denunciado los abusos y la pederastia contra niñas y niños por parte de sacerdotes, obispos y cardenales. Participó en la campaña “Llamado a la rendición de cuentas”, para pedir justicia por abusos sexuales y violaciones a religiosas por sacerdotes y obispos, de 23 países. 

 

Su participación y presencia, continuó, corresponden a un mundo católico, crítico, analítico y respetuoso de las libertades de las mujeres. María Consuelo, transpira indignación en la lucha, pero también sentido del humor en los argumentos y pasión por la defensa de los derechos humanos y las niñas.  

 

Al igual que Elvia Carrillo, su lucha es invaluable. No obstante, la autonomía de las mujeres no estará completa hasta que podamos ser dueñas de nuestras decisiones, nuestros cuerpos y nuestra vida. Dicho precepto no se alcanzará hasta que podamos vivir libres de violencia, en paz y en seguridad”, reiteró.

 

La galardonada, María Consuelo Mejía Piñeros, destacó la grave desigualdad que enfrentan las mujeres latinoamericanas, la violencia asociada al estereotipo de inferioridad, conflictos sexuales, altas tasas de mortalidad materna a causa de abortos clandestinos e inseguros. Las más afectadas: mujeres marginadas, niñas, adolescentes jóvenes, indígenas, afrodescendientes, las que menos acceso tienen a la información y a la educación.

 

Las enseñanzas de la jerarquía católica conservadora refuerzan y mantienen dicha condición, agregó. Por ello, su causa ha sido luchar contra la injusticia social y derechos humanos. Las muertes maternas por aborto son la punta del iceberg de la desigualdad de género, aseguró.

 

Mejía Piñeros expresó que Católicas por el Derecho a Decidir ha contribuido a cerrar la brecha ente la comunidad de la Iglesia progresista que defiende los derechos humanos tradicionales, y la forma por quienes defendemos los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, fortaleciendo la integralidad de sus derechos humanos.

 

También defendemos el Estado laico, explicó. Es una condición imprescindible para la garantía de los derechos humanos de las mujeres y el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos. Mencionó la importancia y necesidad de preservar y defender la laicidad del Estado mexicano y de sus políticas públicas en este momento.

 

Además, María Consuelo Mejía resaltó que colabora en la lucha contra la violencia hacia las mujeres. En 2007 emprendimos la creación del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio, que ha documentado y denunciado asesinatos de mujeres por razones de género y violencia sexual, y exigido el acceso de las víctimas y familiares, a la justicia.

Al término de la Sesión Solemne, el presidente del Senado de la República, Martí Batres; la ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Yasmín Esquivel Mossa;Irma Eréndira Sandoval Ballesteros, secretaria de la Función Pública, entre otros, develaron el Muro de Honor con los nombres de las galardonadas, anteriormente, con el premio Elvia Carrillo Puerto.

 

Sandoval Ballesteros, secretaria de la Función Pública, asistió con la representación del titular del Poder Ejecutivo Federal; Yasmín Esquivel Mossa, con la del Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; la diputada Karla Yuritzi Almazán Burgos, en representación de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados.

 

Carlos Barraza, Ángela Barraza, Fernando Mejía, Adriana Botero y Alfredo Hernández, familiares de la galardonada la acompañaron en la Sesión solemne.

 

El Himno Nacional fue interpretado en lengua náhuatl por un coro de niñas y niños provenientes del estado de Morelos, invitados por el senador Ángel García Yáñez.