Número-566

  • Podrían obtener recursos para incrementar becas, desarrollar áreas específicas de investigación, infraestructura y tecnología.

Para alentar la educación superior, la senadora Minerva Hernández Ramos propuso establecer incentivos fiscales para que las universidades privadas puedan ser una opción viable para ampliar la cobertura educativa y combatir la deserción escolar.

La iniciativa de la senadora del PAN plantea reformar las leyes del Impuesto Sobre la Renta y del Impuesto al Valor Agregado, con miras a incentivar el otorgamiento de donativos a instituciones de enseñanza superior.

Los donativos otorgados acreditados serían deducibles hasta por el 25 por ciento de la utilidad fiscal o de los ingresos acumulables.

Aunado a lo anterior, se propone establecer que los pagos que realicen los padres de familia por concepto de colegiaturas, respecto de los cuales se pueda acreditar plenamente su destino, sean deducibles de forma independiente al límite de deducción que tienen las personas físicas.

Por lo que hace al IVA, se propone que los servicios de enseñanza no se consideren exentos y tributen, a efecto de que puedan acreditar el impuesto que les es trasladado, en la compra de bienes y contratación de servicios.

Con estas medidas, las instituciones de educación superior del sector privado con calidad acreditada podrían obtener los recursos necesarios para otorgar un mayor número de becas, desarrollar áreas específicas como investigación, infraestructura y tecnología, argumentó la senadora.

Expuso que las instituciones particulares de educación superior enfrentan una carga impositiva y financiera que oscila entre 29 y 37 por ciento de sus ingresos, incluyendo el 5 por ciento de becas que están obligadas a otorgar, y el IVA no recuperado, que constituye 5 o 6 por ciento de ingresos, “situación más crítica, derivado de la Reforma Fiscal instrumentada en 2014”.

De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) sólo el 16 por ciento de la población adulta en México cuenta con estudios de educación superior; y apenas 24 por ciento de los jóvenes mayores de edad están inscritos en una institución de educación superior pública o privada. “Un porcentaje sumamente bajo si se le compara con Australia, Islandia o Corea del Sur, donde es del 60 por ciento”, acotó.

Son conocidos los problemas presupuestales y las limitaciones que enfrentan la gran mayoría de las universidades públicas, expresó, los cuales lejos de disminuir, irán en aumento durante los siguientes años, por lo que apoyar a las universidades particulares podría ser una opción viable para hacer frente a esta situación.

La iniciativa se envió a la Cámara de Diputados.

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