Número-326
- Los senadores emitirán voto informado, responsable y de conciencia histórica.
- En discusión y deliberación de este tema no se puede volver a repetir errores que se cometieron con el primer TLC.
El Acuerdo Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá debe ser analizado a profundidad, a efecto de evitar que se afecten los sectores de la economía involucrados y
para proteger al campo, el sector energético y las condiciones laborales de los trabajadores mexicanos, manifestaron los grupos parlamentarios del Senado.
Al fijar sus posicionamientos respecto a este instrumento comercial, algunos legisladores cuestionaron la “opacidad” con la que se ha manejado su contenido y pidieron que se haga
una consulta con los sectores agrícola, industrial y automotriz.
El senador del Grupo Parlamentario de Morena, Héctor Vasconcelos, aseguró que se contará con un tratado trilateral con efectos positivos para el país. En una primera aproximación, los intereses del sector energético han quedado resguardados, apuntó.
La Bolsa de Valores y la moneda mexicana, agregó, han tenido incrementos significativos, aún, cuando los mercados no han reaccionado –quizá- porque no se conocen los detalles del
nuevo texto y porque tampoco existe certeza absoluta respecto a los tiempos de los procesos legislativos en los tres países.
“Seguiremos analizando a profundidad el texto, de tal suerte que una vez que éste sea signado por los mandatarios de los tres países en los últimos días de noviembre, de no
encontrarse algún elemento nocivo para nuestros intereses y cuando el texto definitivo sea sometido para su ratificación por esta Soberanía podamos emitir un voto informado,
responsable y de conciencia histórica”.
En tanto, el legislador del PAN, Gustavo Enrique Madero Muñoz, dijo que con este acuerdo se perdió y se negoció bilateralmente con Estados Unidos, ya que se dejaron fuera temas
fundamentales como el de la comunidad mexicana que vive en ese país, el acero, aluminio, la industria automotriz, textil, vidrio y farmacéutica.
“Son perdidas de la dignidad y fortaleza de nuestro país, se pierde la certidumbre porque este acuerdo tiene fecha de caducidad de 16 años y además, nos amarra las manos para negociar con otros países, como China”, advirtió.
Con la concreción de este acuerdo se moderniza el TLCAN y se sigue construyendo la ruta del libre mercado, el comercio justo y la prosperidad compartida entre México, Estados Unidos
y Canadá, refrendando la amistad que los hermana y la cooperación económica y comercial que los une, manifestó la senadora del PRI, Verónica Martínez García.
Expresó que México y su gobierno se han vuelto a colocar como un referente de prudencia y política de altura, dando muestra de que por medio del diálogo se puede pasar del conflicto a
la cooperación.
De Movimiento Ciudadano, el senador Samuel García Sepúlveda, convocó al Poder Legislativo a realizar una consulta para conocer la opinión y propuestas del sector agrícola,
industrial y automotriz.
Comentó que el texto original dista del resumen que recibió el Senado mexicano, pues en el documento en inglés, el capítulo en materia de corrupción es indefinido, en la resolución de
controversias “es peor que el que teníamos”, y desparece el Banco de Desarrollo de América del Norte (NadBank).
Por el PT, la senadora Nancy de la Sierra Arámburo, dijo que su bancada otorga su voto de confianza al nuevo acuerdo de libre comercio entre Estados Unidos, México y Canadá, no
obstante, será revisado para verificar que no se afecten los intereses de los sectores de la economía involucrados.
Precisó que los tres sectores de mayor relevancia para su fracción se encuentran preservar la soberanía en materia energética; condiciones laborales, a fin de garantizar el derecho de los
trabajadores a mejores condiciones de vida y sus normas secundarias; y lo relativo a la industria automotriz.
El senador del PVEM Raúl Bolaños Cacho consideró que México da cuenta una vez más de su temple y capacidad de negociación, donde la comunicación es pieza clave para llevar
beneficio a su población.
Reconoció la labor de los equipos de trabajo del presidente en funciones Enrique Peña Nieto y el presidente electo Andrés Manuel López Obrador, para lograr la culminación de las
negociaciones, en un momento de mucha incertidumbre, con lo que se puso en claro que más valen las trincheras de ideas, que las de piedra.
En representación del PRD, el senador Antonio García Conejo reconoció que las negociaciones trilaterales no fueron fáciles, al tiempo de considerar que se debió dar más
información a los legisladores dada su responsabilidad de Estado.
En la revisión del acuerdo en mención, subrayó, el PRD será vigilante de que sean efectivos los beneficios para México, en especial en materia salarial, pues considera que es una vergüenza que las remuneraciones a los trabajadores mexicanos estén sólo por encima de los registrados en Haití y Nicaragua.
Por Encuentro Social, la senadora Eunice Romo Molina mencionó que el deber de todas las bancadas será revisar con precisión cada punto del acuerdo comercial y no permitir que el
campo mexicano vuelva a enfrentarse a la competencia en condiciones de tanta desigualdad.
La legisladora destacó que México ya no será entreguista de sus recursos energéticos y tendrá soberanía de decisión sobre sí mismo, lo que se traduce en un cambio real de la
política exterior del país.
El senador Emilio Álvarez Icaza advirtió que no se puede generar un instrumento, que determina de tal magnitud la vida en México, a cuentagotas y en opacidad. Cuestionó que en
el proceso de discusión y deliberación del acuerdo en el Senado, tenga “tramos de opacidad extraordinariamente preocupantes.
Expresó que no se pueden repetir los errores que se hicieron con el primer Tratado de Libre Comercio; “esta soberanía se encuentra en una situación de tensión y desventaja porque
tendremos que aprobar o rechazar todo”, por lo que se tiene que establecer un precedente para cambiar la dinámica-
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