Número-309

  • Llama Martí Batres a elevar a rango constitucional la responsabilidad del Estado en la educación superior.
  • Colaboración de las instituciones con la sociedad es una vía para combatir los grandes problemas nacionales: IPN.
     

La Cámara de Senadores entregó un reconocimiento a la Escuela Superior de Economía (ESE) con motivo de su 67 aniversario y su destacada labor como Centro de Estudios y de Investigación del Instituto Politécnico Nacional.

El presidente de la Mesa Directiva, Martí Batres, recordó que esta escuela nació de la gesta cardenista por una educación superior al alcance del pueblo. Dijo que actualmente la ESE tiene como misión hacer un estudio crítico de la economía, en un contexto histórico, social e institucional.

Busca, agregó el senador, aportar a la sociedad los análisis, propuestas y alternativas de solución a la problemática económica, científica, tecnológica y cultural. La suya, continuó, es  una misión compleja y urgente en estos días cuando los mexicanos exigen una economía más equitativa.

Consideró que si la República enfrenta al drama de que dos tercios de su juventud no tienen espacio para continuar estudios superiores, este tipo de experiencias del Instituto Politécnico Nacional son fundamentales “y nos llevan a reflexionar sobre la necesidad de reconocer, a nivel constitucional, la responsabilidad del Estado en la educación superior”.

Margarita Aguilar Santos, directora de la Escuela Superior de Economía, asentó que en esta institución se forman profesionales para evaluar las alternativas de una sociedad más democrática, equitativa y justa.

Expresó que la desigualdad es profunda en México, “pero tiene salidas”. Confió en que, con  la unión de los profesionales de la economía y de otras carreras, con el interés de los tres Poderes de la Unión, se pueda cambiar la historia.

“Vamos primero a atenuar la desigualdad y combatir la pobreza y cumpliremos con el objetivo de poner la técnica al servicio de la Patria y a la ciencia económica para combatir la desigualdad”, expresó.

Mario Alberto Rodríguez Casas, director general del IPN, reconoció que persisten las carencias que limitan la contribución de la ciencia, la tecnología y la innovación a la solución de los múltiples problemas asociados al desarrollo social, por lo que “debemos imaginar nuevos escenarios y trazar nuevas rutas” en esta materia.

Dijo que urge la consolidación de los canales de comunicación entre diferentes sectores, pues la lamentable realidad de México, en cuanto a los indicadores de progreso social, de competitividad e innovación, es el resultado, principalmente, de lo que dejamos de hacer por la falta de una política pública con visión tecnológica.

Consideró que la colaboración de las instituciones con la sociedad es una vía para combatir los grandes problemas nacionales y que es prioridad establecer una agenda en ciencia y tecnología.

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