Número-264

• No sólo es recordar el momento doloroso, sino reconocer la lucha democrática de los jóvenes de 1968: Martí Batres
• Izan Bandera Nacional a media asta en memoria de los caídos del Movimiento del 68, en el Zócalo de la CDMX.

El presidente del Senado de la República, Martí Batres Guadarrama y la vicepresidenta de la Cámara de Diputados, Dolores Padierna Luna, con el acompañamiento del secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida y del presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Luis María Aguilar Morales, oprimieron el botón del mecanismo que dio inicio al histórico Izamiento de la Bandera Nacional, a media asta, como señal de luto en memoria de las personas que perdieron la vida el 2 de octubre de 1968.

El senador explicó que es un hecho histórico, pues, por primera vez, se realiza una Ceremonia Republicana, con la participación de los tres Poderes de la Unión, a fin de que la nación reconozca los hechos que ocurrieron el 2 de octubre, para que estos no vuelvan a repetirse.

Significa también, agregó Batres Guadarrama, el reconocimiento de la lucha democrática de los jóvenes de 1968. No se trata sólo del recuerdo de un momento doloroso, acotó, sino de conmemorar también los cambios políticos que ocurrieron después del Movimiento Estudiantil.

En entrevista, dijo que después de esos acontecimientos “hubo una gran expansión de la cultura y de la educación. Vino también la reforma política, se legalizaron las fuerzas políticas que estaban proscritas en aquel entonces, creció la enseñanza superior y el pensamiento crítico”.

Es decir, afirmó Martí Batres, se desarrollaron muchos procesos políticos importantes que han permitido que haya más democracia y libertades. “50 años después también hay un cambio político en el país y tiene que ver con esos acontecimientos”; de alguna manera, agregó, con los resultados del 1 de julio de 2018 se cierra un ciclo abierto el 2 de octubre de 1968.

A pregunta sobre los mecanismos para blindar a los gobiernos del autoritarismo, el legislador destacó la necesidad de adoptar en el marco jurídico las formas democráticas de gobierno, así como alentar la participación ciudadana y el respeto a las libertades.