Número-254
- El país ocupa el primer lugar con 77 nacimientos por cada mil jovencitas de entre 15 y 19 años de edad, según la OCDE.
La senadora Claudia Edith Anaya Mota, propuso que la Cámara de Senadores exhorte a los gobiernos estatales realicen acciones enfocadas en la permanencia escolar y el abatimiento del rezago educativo entre niñas y adolescentes, principalmente aquellas que se encuentren en situación de embarazo y cuyas familias son de bajos ingresos.
En nombre del Grupo Parlamentario del PRI, presentó al Pleno un punto de acuerdo con ese fin, al señalar que actualmente uno de los principales retos que enfrenta el país es el elevado número de embarazos adolescentes, pues de acuerdo con informes de la OCDE se ocupa el primer lugar entre los miembros de ese sector juvenil, con una tasa de fecundidad de 77 nacimientos por cada mil jovencitas de entre 15 y 19 años de edad.
Los desafíos de los embarazos adolescentes, argumentó, representan una problemática no solo en términos del desarrollo de la personalidad y, en consecuencia, del proyecto de vida de los padres, pero sobre todo de las mujeres quienes tienen menores oportunidades de acceso a empleos con seguridad social y niveles superiores de educación, de acuerdo al diagnóstico presentado por la Estrategia Nacional para la Prevención de Embarazo en Adolescentes.
Ser madre y padre adolescente, señaló, suele desencadenar, sin distinción socio-económica, condiciones de vulnerabilidad para ese sector y que se asocian a: falta de preparación educativa en el tema de salud sexual y reproductiva, a la probable deserción escolar, características del desarrollo cognitivo, físico y psico-socioemocional en esa etapa, la adopción de papeles de género tradicionales, así como a la reducción de vivencias que se generan en la población en este periodo del desarrollo humano considerando su ámbito socio-cultural.
Además, las madres adolescentes son frecuentemente estigmatizadas y sufren discriminación de género, desaprobación y rechazo familiar y social, como puede ser en las escuelas, en sectores de salud, en las comunidades, en ámbitos religiosos, ejemplificó.
Para enfrentar y resolver esta problemática, la senadora Anaya Mota propuso a las autoridades estatales las acciones con perspectiva de género siguientes: Identificar poblaciones con condiciones de marginación y exclusión social, con la finalidad de ofrecer apoyos y transferencias económicas, enfocadas en la permanencia y abatimiento del rezago escolar.
Realizar campañas de información sobre los derechos de niñas y adolescentes, diseñadas en base al derecho al ejercicio libre de la personalidad a través de la formación de un proyecto de vida; Aumentar la disposición y asequibilidad de servicios de salud reproductiva, que incluyan la dotación de métodos anticonceptivos, así como focalizar programas de becas y estímulos académicos, no solo basados en el rendimiento escolar, sino en la permanencia para niñas y adolescentes de familias con menores ingresos.
La propuesta fue turnada para estudio y dictamen a la Comisión de Educación.
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