Número 1244
- Durante el foro “Balance de las Reformas Estructurales”, especialistas estimaron que es fundamental una “nueva ola de reformas”.
Las Reformas Estructurales no detonaron el crecimiento económico del país como se estimó, por el contrario se crece por debajo del potencial, tampoco se revirtió la desigualdad ni generó empleos bien pagados, señalaron expertos durante el foro “Balance de las Reformas Estructurales”.
En la inauguración, a la que asistieron algunas y algunos legisladores electos, determinaron que no todas han tenido resultados adversos, por el contrario, han resultado exitosas, como la de telecomunicaciones y la de competencia económica, por citar algunas; y otras tuvieron dificultades con la implementación, como pasó con la Reforma Educativa.
Asimismo, estimaron que es fundamental una “nueva ola de reformas”, entre las que se encuentran: fortalecer el Estado de Derecho mediante el combate a la corrupción y la reforma judicial; luchar contra la informalidad, y abatir la desigualdad de género.
Juan Pablo Arroyo, coordinador Ejecutivo de Investigación del Instituto Belisario Domínguez, dijo que las conclusiones de las diversas mesas de análisis, que se realizarán durante seis días, se entregarán a los senadores y diputados que conformarán la LXIV Legislatura.
Explicó que las Reformas Estructurales fueron la continuación de las Reformas de Primera Generación, instrumentadas a partir de 1983; y la finalidad de estas nuevas modificaciones fueron lograr el crecimiento económico y la creación de empleos a través del combate a los monopolios.
Así como el fomento a la competencia económica, una mayor oferta de crédito a tasas más bajas, una política fiscal progresiva, mejorar la calidad de la educación y un mercado laboral más competitivo.
Juan Carlos Moreno Brid, de la Faculta de Economía de la UNAM, comentó que no todo estuvo mal con las Reformas Estructurales, “hay muchas cosas que se hicieron bien”, como en la financiera y la de competencia económica.
De acuerdo a cifras del Banco de México, el país está creciendo por debajo de su potencial, y la situación de la inversión privada está mal, la inversión pública ha caído a niveles de hace 50 años, puntualizó.
En cuanto al sector privado, sus expectativas de crecimiento a 10 años fueron variando a la baja, “en vez de fortalecerla, fue pensando que cada vez íbamos a crecer menos rápido”, detalló.
Explicó que se necesita insertar a la economía mexicana en una senda de expansión elevada y sostenida en cuanto a productividad y el empleo digno, éste último objetivo no se logró con todo el paquete de Reformas Estructurales. El mercado interno tiene que ser el motor que saque al país de donde se encuentra actualmente y mantener la estabilidad macro.
Roberto Martínez Yllescas, de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, expuso que la ejecución de las reformas no ha revertido una preocupante tendencia en la desigualdad, y no sólo entre la población, sino tampoco entre regiones, por el contrario ésta va en aumento.
Añadió que para México es fundamental una “nueva ola de reformas”, entre las que se encuentran: fortalecer el Estado de Derecho mediante el combate a la corrupción y la reforma judicial; luchar contra la informalidad, y abatir la desigualdad de género.
Gerardo Esquivel Hernández, del Colegio de México, apuntó que existe un problema con la expectativa que generaron las reformas, pues hubo una sobreventa de éstas. No funcionan porque hubo un diagnóstico equivocado y fallas en su implementación, añadió.
El reto de la nueva Administración es no fallar, hacer un diagnóstico distinto. La nueva Administración ha planteado 25 programas prioritarios, entre ellos, reordenar el gasto, redirigirlo a prioridades, revisar los programas sociales y la discrecionalidad en el ejercicio de gasto, en especial del Ramo 23 (gasto hacia las entidades federativas) y transparencia en el uso de recursos.
Agregó que se buscará el aumento significativo en la inversión pública y de programas sociales para adultos mayores, la reincorporación de los jóvenes a la vida productiva, y la inversión especifica en el país para reducir desigualdad territorial.
En las mesas de discusión, que se desarrollarán a partir de hoy y hasta el próximo 9 de agosto y del 14 al 16 de este mismo mes, se hará un análisis de las 11 Reformas Estructurales aprobadas en la LXII y LXIII Legislaturas del Congreso de la Unión.
Participarán investigadores, académicos y especialistas de la UNAM, el Inai, la Asociación Mexicana de Ciencias, el Foro Consultivo Científico y Tecnológico y la OCDE; así como integrantes del Banco Interamericano de Desarrollo, del Centro de Investigación para el Desarrollo, y de la Confederación Patronal de la República Mexicana.