Número-930

  • En el Congreso de la Unión existen dos iniciativas; la legislación debe ser promulgada antes de que la Constitución local entre en vigor.

La Comisión de la Ciudad de México del Senado de la República convocó a diversas autoridades y académicos al foro “Un nuevo paradigma metropolitano”, para intercambiar propuestas y crear la Ley de Desarrollo Metropolitano de la Ciudad de México.

Entre las propuestas se plantearon: establecer las bases para la organización y funcionamiento del Consejo de Desarrollo Metropolitano, instaurar una comisión de coordinación administrativa y otra de finanzas, mayor financiamiento y que la ciudad tenga acceso a más fondos federales que sean concursables.

El senador Mario Delgado, presidente de la Comisión de la Ciudad de México, explicó que el Congreso de la Unión tiene un plazo para expedir la Ley de Desarrollo Metropolitano y la ley de capitalidad y coordinación de Poderes, el 17 de septiembre de este año, antes de que entre en vigencia la Constitución de la Ciudad de México.

Comentó que la Ley de Desarrollo Metropolitano es una oportunidad de darle visibilidad a las zonas metropolitanas, porque la mayoría de la población vive en ciudades, pero el entramado jurídico político de la Constitución está ordenado a partir de municipios, estados y la Federación.

Alejandro Encinas, presidente de la Asamblea Constituyente, dijo que además de la Constitución de la Ciudad de México, se necesita un ordenamiento metropolitano que permita la coordinación entre autoridades y hacer efectiva la nueva Carta Magna.

“De no contarse con la Ley de Desarrollo Metropolitano, referente al tema de capitalidad, la Constitución de la Ciudad de México quedará trunca”, comentó el senador Encinas.

El senador Enrique Burgos, presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, comentó que la Ley de Desarrollo Metropolitano debe establecer las bases para la organización y funcionamiento del Consejo de Desarrollo Metropolitano.

El Consejo le corresponderá acordar las acciones en materia de asentamientos humanos, protección al ambiente, conservación y restauración del equilibrio ecológico, transporte, agua potable, drenaje y seguridad pública, explicó.

El senador Francisco Búrquez Valenzuela, presidente de la Comisión de Desarrollo Urbano y Ordenación Territorial, abundó en que la legislación requiere contener una visión de largo plazo, innovar en soluciones porque los organismos de servicios públicos están en crisis por altos costos, burocracias, ineficiencias y falta de recursos.

Dijo que la densidad poblacional, el uso de automóvil como medio de transporte y el uso mixto, no sean vistos como enemigos. “Creo que hay que darle un espacio al tema de la convivencia”, señaló.

La senadora Ana Lilia Herrera, presidenta de la Junta de Coordinación Política, dijo que el Congreso de la Unión está frente a la oportunidad de legislar, por primera vez, en materia de coordinación metropolitana.

Refirió que urge una coordinación efectiva para lograr el desarrollo metropolitano, porque la realidad de las ciudades ha rebasado la legislación.

La senadora Martha Tagle refirió que la Ley de Desarrollo Metropolitano debe contener una perspectiva de género, para mejorar la calidad de vida de hombres y mujeres, pero que tenga claros los impactos que tiene en la cotidianeidad de éstas últimas.

Además, se tiene que generar los recursos suficientes, que no estén sujetos a una cuestión presupuestal o al Fondo Metropolitano, sino que se consideren implícitamente para generar el desarrollo metropolitano.

La diputada Cecilia Soto, presidenta de la Comisión de la Ciudad de México de la Cámara de Diputados, dijo que se deben resolver los problemas de la zona metropolitana, y esta Ley podría llevar a un nuevo paradigma de la coordinación metropolitana.

Se tienen que revisar las dos iniciativas que existen para que el Congreso de la Unión pueda dictaminarlas antes de que termine este periodo ordinario de sesiones, y antes de que la Constitución de la Ciudad de México entre en vigor.

En la mesa “Hacia una política eficaz de coordinación metropolitana del Valle de México”, Roberto Eibenschutz, catedrático de la UAM, dijo que las dos iniciativas que se han presentado en el Congreso, tienen diferencias importantes pero son compatibles y se pueden integrar en un sólo mandato.

Comentó que no sería adecuada la creación de un parlamento metropolitano, sino planear la coordinación entre las entidades; instaurar una comisión de coordinación administrativa y otra de finanzas; y el programa de desarrollo debe ser permanente y no hacerse cada seis años.

Ramón Aguirre, director del Sistema de Aguas de la Ciudad de México, dijo que si no se financia un plan metropolitano, asís sea el mejor, no sirve para nada. Señaló que actualmente el Valle de México va hacia una crisis hídrica por una sobreexplotación del acuífero.

Comentó que el Sistema de Aguas realizó un plan para evitarla, que implica 256 mil millones de pesos de inversión, que si se lleva a un periodo de 50 años, es una inversión de cinco mil 500 millones al año; y no sólo se necesita coordinación, también construir infraestructura.

Enrique Jacob Rocha, representante de Desarrollo Urbano del Estado de México, dijo que el desafío urbano es la vivienda, el acceso a servicios básicos, transporte, empleo y seguridad pública.

En la mesa “Desafíos del Consejo de Desarrollo Metropolitano del Valle de México”, Gabriela Alarcón, del Instituto Mexicano para la Competitividad, propuso crear un consejo económico donde estén representados los empresarios, quienes podrían financiar proyectos específicos en desarrollo metropolitano.

Abundó en que la Ciudad de México debería tener acceso a más fondos federales que sean concursables, y no sólo al fondo metropolitano.

Alfonso Iracheta, del Colegio Mexiquense, cuestionó la pretensión de que las disposiciones de la Constitución de la Ciudad de México afecten a otras entidades; y señaló que la responsabilidad del desarrollo metropolitano se le debe dejar a la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano.