Número-788
- Hizo un llamado a esta generación a permanecer alerta y no asumir que las libertades de las que hoy gozamos estarán ahí por siempre.
- Subrayó que lo logrado con trabajo y esfuerzo está en riesgo por visiones populistas, y que los populistas no solo están en la izquierda, también están en la derecha.
- En las últimas tres décadas, nuestra Bandera se ha vuelto compañera de una profunda transformación de las instituciones de nuestro país.
El presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, senador Ernesto Cordero Arroyo, asistió a la ceremonia del Día de la Bandera en el campo Militar Marte.
Durante su intervención, resaltó el profundo amor que mexicanas y mexicanos le guardamos a nuestro Lábaro Patrio.
En el corazón de la bandera, dijo, está la identidad de una nación milenaria como pocas, que encuentra en la leyenda de la fundación de Tenochtitlán un pasado único que nos honra como nación y nos impulsa hacia adelante. Relató que en ella convergen nuestras raíces indígenas y nuestro pasado de lucha por ser una nación de derechos y libertades.
Destacó que en las últimas tres décadas nuestra Bandera se ha vuelto compañera de una profunda transformación de las instituciones en nuestro país, respetuosa de las reglas que como Estado nos dimos.
El senador Cordero hizo énfasis en que esta generación debe permanecer alerta para no asumir que las libertades que hoy gozamos en nuestro país estarán ahí por siempre, ya que lo que se ha logrado con tanto trabajo y esfuerzo está en riesgo por visiones populistas que, destacó, se encuentran tanto en la izquierda, como en la derecha.
El presidente del Senado hizo un llamado al sentido de responsabilidad de los mexicanos, ya que dependerá de cada uno de nosotros escribir la historia por venir de esta gran nación y honrar cada uno de los colores de nuestra Insignia nacional.
En su discurso, el senador también agradeció la labor que las fuerzas armadas realizan en nuestro país, y confió que seguirán el camino de lealtad y compromiso que les caracteriza. Subrayó que hoy más que nunca es necesario contemplar a nuestro Lábaro Patrio, no desde un inmovilismo o una ideología que nos distraiga y divida, sino desde un patriotismo vivo que responda a los retos que enfrentamos como nación.