México vive uno de los momentos más delicados de su historia y un descontento que permea actualmente amplios sectores de la sociedad, por lo que se necesita de un nuevo pacto político, afirmaron senadores al conmemorar el Centenario de la Revolución Mexicana.

En sesión solemne, el senador panista Humberto Aguilar Coronado afirmó que la Revolución no ha terminado, debido a que la agenda de causas y anhelos sigue vigente, y que la responsabilidad de los nuevos actores políticos es diseñar nuevas soluciones y repensar los problemas sin atavismos.

Ya no hay temas tabú, ni temas intocables; una Revolución viva y actuante no puede darse el lujo de convertirse en reaccionaria y mucho menos en conservadora, pues ello sería convertirla en su propio asesino, resaltó.

Puntualizó que este movimiento no terminó con la muerte de sus héroes, ni con la construcción de sus primeras instituciones, “la Revolución termina, muere y deja de actuar si los responsables de la conducción política del país pierden de vista las causas, a los ciudadanos y el futuro”.

A su vez, el senador Heladio Ramírez López mencionó que nadie puede anticipar hasta dónde llegará el descontento que permea actualmente en amplios sectores de la sociedad, como consecuencia del estancamiento de la economía, la inseguridad pública, la violencia incontrolada, el desempleo creciente, el incremento del número de pobres y de la incompetencia del gobierno en turno.

Advirtió que la gente exige un cambio de rumbo y señala la ruta por dónde debe transitar el país, “quiere liderazgo y conducción política. No quiere más improvisación, ni protagonismos mediáticos, medidas autoritarias, quiere que los cambios se den en el marco legal y que beneficien a la mayoría de los mexicanos”.

“Quiere vivir sin miedo en un país donde todos tengan las mismas oportunidades y el Estado de Derecho sea una realidad cotidiana, indicó el senador priista.

Al respecto, el senador perredista José Guadarrama Márquez expresó que el verdadero tributo que hoy rendimos a los precursores de la Revolución, “es el triste espectáculo que hoy da cuenta el país, una patria hecha guiñapos, inmersa en la violencia, en la desigualdad y en la injusticia”.

Comentó que “quienes nos encontramos aquí reunidos, hemos incurrido en la falta de tolerar que las instituciones, incluido el Congreso, nuevamente se encuentren al servicio de una minoría manipuladora, que hoy peligrosamente se ha apoderado de sectores, recursos estratégicos y que detenta de manera fáctica el verdadero poder”.

Sin embargo, aclaró que México no es un Estado fallido; “lo que hay en nuestro país es un gobierno fallido”.

Para el senador Jorge Legorreta Ordorica, del PVEM, urge un nuevo pacto político entre todas las fuerzas y grupos que permita renovar las instituciones y redistribuir verdaderamente la riqueza del país.

Resaltó que se necesita fundar un sistema de desarrollo sustentable, ofrecer salud universal, elevar la educación, desterrar la impunidad y opacidad en las instituciones de seguridad y justicia.

Esto se va a lograr cuando todas las fuerzas y grupos se decidan de una vez por todas a poner su parte, pero a ceder y pensar con patriotismo en México primero, puntualizó.

Más adelante, el senador Dante Delgado Rannauro consideró que México vive uno de los momentos más delicados de su historia, ya que la crisis económica, desempleo, inseguridad y los poderes fácticos tienen a la República en vilo.

“México vive en medio de la perversión política, económica y financiera con graves consecuencias en la seguridad y en la moral pública”, agregó el legislador por Convergencia.

Ante ello, expresó que a cien años de la Revolución Mexicana “estamos muy lejos de haber honrado sus postulados; nuestra historia del siglo pasado tuvo momentos estelares que apuntaban hacia la plena emancipación del pueblo de México”.

Por su parte, el senador petista Ricardo Monreal Ávila señaló que el olvido, desdén y el ninguneo hacia la Revolución Mexicana no es privativo de “los que estamos en este recinto ni del gobierno federal”.

“Es únicamente el reflejo de lo que está pasando en el resto del país y entre los mexicanos, un desánimo social generalizado, un deterioro de los valores nacionales y una pérdida del sentido de la grandeza como país”, enfatizó.

En tanto, la senadora Leticia Jasso Valencia, de Nueva Alianza, dijo que a cien años del “gran sacudimiento nacional” las comunidades campesinas y pueblos indígenas siguen reclamando su lugar que les ha sido negado en el proyecto nacional.

Por ello, manifestó que el proyecto que impulsa su bancada apuesta por una patria libre y soberana que sea capaz de enfrentar los desafíos del complejo escenario global del siglo XXI.

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