Número-1647
- Se condenó las agresiones a la población venezolana y se respaldo a la Asamblea Nacional como un órgano democráticamente electo.
En México hay algunos actores de la política que han preferido guardar silencio ante la crisis humanitaria por la que atraviesa Venezuela, sostuvo la senadora Mariana Gómez del Campo, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores América Latina y El Caribe.
En el evento “Voces por Venezuela. La situación de los presos políticos”, la legisladora insistió en que desafortunadamente algunos actores de la política mexicana han preferido guardar silencio ante lo que ocurre en esa nación, pero “para nosotros es muy importante que se sepa qué es lo que está pasando, porque jamás queremos estar en una situación similar como pueblo de México”.
Se manifestó en contra de cualquier forma de autoritarismo y repudió “la dictadura que encabeza Nicolás Maduro”. Condenó las agresiones a la población venezolana, la represión que se vive en las calles y expresó su dolor por la pérdida de vidas humanas.
Hizo suyos los señalamientos del Grupo de Trabajo sobre Detención Arbitraria del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas y exigió la libertad inmediata de los presos políticos en Venezuela. “Vamos a seguir trabajando en pro de los derechos humanos en América Latina y El Caribe, respaldamos a la Asamblea Nacional como un órgano democráticamente electo”, precisó.
Desde México, agregó la legisladora del Grupo Parlamentario del PAN, levantamos la voz y celebramos que la Cancillería realice un esfuerzo entre los países de la región para poder encauzar el diálogo y la concertación política para que regrese la paz a Venezuela.
Mitzy Capriles, esposa de Antonio Ledezma, preso político venezolano, denunció que ese país sudamericano “está sangrando por sus cuatro puntos cardinales” y “el dolor que llevamos los venezolanos en esa arremetida asesina”, lo están ocasionando generales de la nación y el “dictador actual, Nicolás Maduro”.
Refirió que a Antonio Ledezma lo detuvieron 120 hombres armados y lleva preso 2 años y cuatro meses sin saber por qué. El gobierno venezolano, agregó, pide 26 años de cárcel para él.
En su turno, Oriette Schadendorf Capriles, hija de Antonio Ledezma señaló que su padre había sido reelecto acalde metropolitano y en el momento de su detención se encontraba en su oficina.
Indicó que más de 100 funcionarios del “órgano de represión” de Venezuela y vehículos militares bloquearon la calle que rodea la oficina y detuvieron a Ledezma sin ninguna orden de detención y sin ninguna explicación que justificara su presencia ahí.
Oliver Blanco, exdirector de comunicaciones de la Asamblea Nacional, dijo que el régimen venezolano busca sentenciar a muerte el futuro de los jóvenes en ese país; ha sacado a una generación del país a balas o patadas, ya sea por la falta de políticas públicas que los motive a soñar o por haber permitido que una ola de violencia haya secuestrado a Venezuela.
El venezolano advirtió que hay actores internos en la política interna de México, “vinculados con la izquierda, quizá más radical”, que dicen que pronunciarse sobre la situación en Venezuela es un ejercicio de intervencionismo.