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A través de un punto de acuerdo también solicitó un informe sobre las acciones implementadas para abatir el riesgo de muertes maternas.
En México, dijo, la mortalidad materna es uno de los grandes pendientes en salud, por lo que dentro de los Objetivos del Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas, nuestro país se comprometió a reducir en un 75 por ciento la tasa de mortalidad materna entre 1990 y 2015.
Sin embargo, --añadió-- los avances han sido insuficientes pues para2010 la tasa de mortalidad materna era de 53.5 defunciones por cada 100 mil nacidos vivos, cuando la meta planteada en los Objetivos es llegar a 22.3.
Hizo notar que dichas cifras revelan la urgencia de hacer una revisión de la práctica y el cumplimiento de las normas y lineamientos fijados para la atención del embarazo, parto y puerperio, y, colateralmente, el aborto.
Lo anterior debe realizarse principalmente en los sectores donde la mortalidad materna es mayor, como en las zonas rurales y en las comunidades más pobres y con menor nivel educativo, así como en las mujeres adolescentes, aseguró.
La proposición de la senadora por Querétaro fue turnada a la Comisión de Salud.
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