Número-625
- Reconocen que México debe trabajar en la construcción de sistemas diferentes de protección social, de transferencias sociales y de pensiones.
- La región sigue padeciendo discriminación por color de piel, identidad étnica, de género o sexual, advierten expertos.
En la presentación del Informe Regional de Desarrollo Humano para América Latina y el Caribe 2016, especialistas del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) advirtieron que 30 millones de personas, que salieron de la pobreza durante el boom latinoamericano, corren el riesgo de recaer en esa condición.
El senador Miguel Barbosa Huerta, presidente del Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República (IBD), expresó que en una región del mundo donde la desigualdad es mucho más marcada que en otras zonas del planeta, se necesitan instrumentos como el Informe Regional que orienten las decisiones de los gobiernos.
En este sentido, destacó que el Informe Regional de Desarrollo Humano para América Latina y el Caribe 2016 es una herramienta importante para construir políticas públicas y para entender la desigualdad, la pobreza y sus causas, a efecto de diseñar acciones útiles para combatir este flagelo.
Antonio Molpeceres, representante del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en México, comentó que el estudio da algunas respuestas a preguntas respecto a qué hacer para que las personas que salieron de la pobreza no vuelvan a caer en ella, y qué medidas implementar para mejorar las condiciones de grupos vulnerables que, a pesar de todos los esfuerzos, continúan viviendo en pobreza o pobreza extrema.
Indicó que el documento contiene soluciones diferenciales, integrales e intersectoriales con enfoque regional y que consideran el tipo de vida de las personas; son recomendaciones que se vislumbran en estos tiempos de fragilidad económica global y de grandes desafíos para la región, apuntó.
Hizo notar que el crecimiento económico es una condición necesaria, pero no suficiente, para alcanzar los objetivos plasmados en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, por lo que hoy más que nunca es indispensable que las estrategias de desarrollo social se enfoquen en empoderar a las personas y reduzcan las restricciones a las que se enfrentan.
Es fundamental lograr un desarrollo y un progreso que trasciendan el bienestar económico, sólo así construiremos sociedades preparadas para hacer frente a los retos de esta nueva era, enfatizó.
Al presentar el informe, George Gray Molina, economista en jefe de PNUD, señaló que en el boom latinoamericano, que sucedió de 2003 a 2013, más de 70 millones de personas salieron de la pobreza; sin embargo, debido a la desaceleración económica de la región, entre 25 y 30 millones de ellas están en peligro de recaer en esa condición. Es decir, una de cada tres personas que salieron de ese problema.
Indicó además que en los últimos diez años entraron 94 millones de personas a la clase media; no obstante, 224 millones no ingresaron a este extracto social de sus países, mientras que 53 millones de individuos se encuentran en México.
Reconoció que, en nuestro país, de 2002 a 2012, hubo una reducción importante de la pobreza, y aumento de las clases medias pero, sobre todo, ensanchamiento de la población vulnerable que vive con cuatro o diez dólares al día. Refirió que esos 53 millones de personas padecen una situación de vulnerabilidad, pues carecen de protección social, pensiones o pertenecen al mercado laboral informal.
Del mismo modo, informó que en el mercado laboral de México hay una altísima brecha entre la participación de mujeres y hombres, de más de 30 puntos porcentuales, la más alta que se registra en América Latina.
Por otro lado, mencionó que en la región persisten múltiples exclusiones y discriminaciones por color de piel, identidad étnica, de género y sexual; además hay dos transiciones inconclusas: nivelar el piso para migrantes, pueblos indígenas y mujeres y la de sostenibilidad ambiental.
Afirmó que para resolver los problemas de desigualdad y pobreza, el crecimiento económico es importante, pero se requieren de otras miradas con un enfoque multidimensional, por ello, dijo que para prevenir retrocesos es necesario implementar medidas de protección social, sistemas de cuidado, calificación laboral y cierre de brechas de género, raza y etnia, entre otras,
Hay un momento crítico para América Latina y este informe trata de tender un puente entre este instante y la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, ya que “más de los mismo no ayudará a seguir reduciendo la pobreza y la desigualdad”; es necesario un golpe de timón, subrayó.
Luis René Martínez, coordinador de asesores del Jefe de la Oficina de la Presidencia y presidente del Comité Técnico Especializado de los Objetivos del Desarrollo Sostenible, aceptó que el país necesita trabajar en la construcción de sistemas de protección social, de transferencias sociales y de pensiones diferentes a los que tiene actualmente.
También, agregó, se tienen que generar sistemas que favorezcan la resiliencia y las capacidades de los individuos, así como impulsar un proceso de visibilidad y empoderamiento de las minorías que han sido excluidas del desarrollo del país.
A su vez, Gonzalo Hernández Licona, secretario ejecutivo del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), explicó que en México la pobreza se mide mediante factores multidimensionales y de manera transparente y el proceso puede ser revisado por cualquier ciudadano.
Gerardo Esquivel, coordinador ejecutivo de Investigación del Instituto Belisario Domínguez, recordó que entre los objetivos de desarrollo sostenible se encuentra la erradicación de la pobreza extrema y disminuir a la mitad la pobreza multidimensional, tema que es muy importante para México.