Número-558

  • Se reconocen su valor y solidaridad  para evitar la explosión de una gasolinera en la carretera México-Acapulco.
  • El galardón será entregada post mortem en Sesión Solemne el próximo 24 de noviembre, en la Antigua Casona de Xicoténcatl.

El Senado de la República aprobó otorgar la Medalla de Honor Belisario Domínguez correspondiente al año 2016, al ciudadano Gonzalo Miguel Rivas Cámara (post mortem) por su heroísmo, responsabilidad y solidaridad en grado eminente, para sacrificar su vida y salvar la de otros.

La máxima distinción que otorga el Senado Mexicano, representa también un digno reconocimiento a todos los ciudadanos mexicanos y héroes anónimos que, como él, construyen día con día la grandeza de nuestra patria, señala el dictamen avalado por 70 votos a favor, tres en contra y ocho abstenciones.

El reconocimiento será entregado a su familia en Sesión Solemne el próximo 24 de noviembre, en la antigua sede del Senado en Xicoténcatl, para recordar el Centésimo Tercer Aniversario Luctuoso del doctor y Senador chiapaneco Belisario Domínguez Palencia.

Al presentar el dictamen, el presidente de la Comisión de la Medalla Belisario Domínguez, Roberto Albores Gleason, dijo que el sacrificio de Gonzalo Rivas, al apagar un incendio en una gasolinera en la carretera México-Acapulco en diciembre de 2011, encarna uno de los rostros más valiosos de la realidad nacional.

El ingeniero representa la solidaridad cotidiana, la que no arredra contra los desafíos, ni contra las inseguridades, de “ese México que sirve a los otros desinteresadamente, con ánimo”. Rivas Cámara es el anhelo cívico de un México ético y consecuente con las demandas de la sociedad desde las distintas voces que conforman el coro nacional, añadió.

“Es un héroe de dimensiones civiles que encarna en su naturaleza aspiraciones y reclamos de una multitud silenciosa,  pero de firmes convicciones”, agregó el senador. 

La senadora Hilda Flores Escalera, del Grupo Parlamentario del PRI, precisó que el ejemplo de Rivas Cámara no concluye con su vida, pues es inspiración de una conducta diaria para muchos mexicanos. Rivas y Belisario Domínguez compartían la empatía por los demás y por ello, esta presea le es otorgada a este gran mexicano, seamos parte de su lucha en nuestro actuar cotidiano por un solo México, destacó.

Para argumentar a favor, la senadora Sonia Mendoza Díaz, del Grupo Parlamentario del PAN, resaltó que su acción fue un acto de heroísmo incuestionable, y rechazó que haya una decisión política detrás de esta próxima entrega, como tampoco la hubo en la decisión desinteresada de Gonzalo Rivas.

A solicitud del coordinador del PRD, senador Miguel Barbosa Huerta, la asamblea guardó un minuto de silencio por el galardonado “y por las demás víctimas que han perdido la vida, estudiantes, policías y familiares”, a causa de conflictos sociales que la autoridad no ha podido esclarecer.

Su correligionario, el senador Zoé Robledo Aburto, señaló que es un reconocimiento a una víctima del desorden nacional, que permite que no haya Estado de derecho que garantice la seguridad, y que permite que las fuerzas del orden maten a dos jóvenes estudiantes; del desorden nacional que permite que un teniente de fragata acabe reparando gasolineras, y permite que haya zonas del país demasiado peligrosas para trabajar en una gasolinera.

Del Grupo Parlamentario del PVEM, el senador Jorge Aréchiga Ávila, puntualizó que el galardón lleva implícito el reconocimiento al servicio y a la responsabilidad, solidaridad y amor por sus semejantes; de quien fue capaz de entregar su propia vida para salvar la de muchos más, igual que Belisario Domínguez. En esta realidad, donde nos sobrepasa la violencia, inseguridad, agresión constante, apatía, e indiferencia ante el que sufre y agoniza, Gonzalo Rivas recuerda que la humanidad hace la gran diferencia, aseguró. 

Para manifestarse en contra, la senadora Layda Sansores San Román, del Grupo Parlamentario del PT, afirmó que la condecoración se utilizará como una “arma política”, pues no se premia al joven, sino que se usa para justificar la represión a los jóvenes estudiantes de Ayotzinapa que se manifestaban ese día, y además se deja impune el crimen de Estado contra los normalistas.