Número-331

  • Actualmente se aplica en septiembre, y sólo en cinco entidades de la República, en septiembre y octubre.
  • El testamento brinda certidumbre sobre la distribución de los bienes y derechos después de la muerte.

 

A través de un punto de acuerdo, el senador del Grupo Parlamentario del PRI, Miguel Romo Medina, propuso que la Secretaría de Gobernación, en coordinación con los gobiernos de las entidades federativas, consideren la posibilidad de extender la aplicación de la campaña “El mes del testamento” a un periodo que comprenda los meses de septiembre y octubre, a partir del próximo año.

 

Lo anterior, con el propósito de cumplir los objetivos de seguridad y certidumbre jurídica sobre los bienes, posesiones y derechos.

 

En la proposición, turnada a la Comisión de Gobernación, el senador expone que los resultados de esta campaña muestran un incremento considerable de avisos de testamentos en la base de datos del Registro Nacional de Avisos de Testamento (Renat) durante septiembre, mes de vigencia de la campaña, muy por encima de los otros meses, “llegando a representar en algunos casos el 30 por ciento de los testamentos anuales”.

 

El senador Romo Medina señala que en cinco estados de la República se ha logrado ampliar la campaña a los meses de septiembre y octubre, gracias a la gestión de la Secretaría de Gobernación con los colegios de notarios correspondientes, pero aún se advierte la necesidad de que estas acciones se apliquen en todo el territorio nacional, con el objeto de que todos los ciudadanos cuenten con los beneficios y con ello consolidar un Estado de legalidad.

 

Entre los beneficios que ofrece la campaña, en la que se coordina la Federación y los gobiernos de las entidades federativas, destaca la reducción en el monto de los honorarios fijados por el arancel notarial correspondiente a cada entidad federativa, haciendo que el costo del testamento más accesible para las personas.

 

Por ello, subraya el legislador, ante los evidentes beneficios que trae consigo la realización del testamento, es urgente concretar acciones que estimulen a la sociedad a realizar un testamento que brinde certidumbre sobre la distribución de los bienes y derechos después de la muerte, y por el que se eviten futuros conflictos entre familiares y terceros interesados, que de otra forma deberían ser desahogados por la actividad judicial.

 

 

Además, recalca que con la consolidación del uso del testamento se beneficiará a los intereses civiles particulares y se contribuirá a disminuir la carga de trabajo por parte de la función judicial, pues se reducirán los juicios sucesorios intestamentarios, en favor de procesos y trámites judiciales que, por su naturaleza, se desarrollan procesalmente de una manera más económica y eficaz.