Número-296

• Se trata de un material que tarda en degradarse aproximadamente 500 años y que en la mayoría de los casos se convierte en basura, advierte legislador del PVEM.
• En México se estima un consumo nacional de 125 mil toneladas anuales.

 

El senador Juan Gerardo Flores Ramírez presentó una iniciativa para promover el reciclaje de unicel, un material que tarda en degradarse aproximadamente 500 años y que, a pesar de las ventajas económicas y ambientales que representa su recuperación, en la mayoría de los casos se convierte en basura.

 

El legislador del Grupo Parlamentario del PVEM destacó que el mercado de este material ha experimentado un crecimiento del 16.1 por ciento en los últimos cinco años y se estima un consumo nacional de 125 mil toneladas anuales, de las cuales el 24 por ciento son para la fabricación de productos desechables; mientras que el 76 por ciento restante se dividen en el sector de la construcción, embalaje y agrícola.

 

Advirtió que la restricción absoluta de la producción del poliestireno expandido, comúnmente conocido como unicel, no puede considerarse una solución viable, pues gracias a su alta capacidad de adaptación, varios sectores industriales confían en los beneficios de esta resina.

 

Dijo que, en el ámbito de la construcción, el producto representa una opción sustentable, pues el ahorro en el consumo eléctrico de una vivienda con placas de poliestireno expandido es del 56 por ciento, comparado con el consumo de una vivienda promedio.

 

De fácil conformación, manipulación e instalación, se trata de un excelente aislante térmico, buen amortiguador de impactos, higiénico, resistente química y mecánicamente a la humedad y al envejecimiento y cien por ciento reciclable, por lo que es útil para el embalaje, empaque de alimentos perecederos, entre otros.

 

Sin embargo, acotó Flores Ramírez, los productos elaborados con este material ocupan más espacio que el papel en los rellenos sanitarios y eventualmente regresan al ambiente por efecto del agua y fuerzas mecánicas. En el ambiente marino, el unicel flota y se degrada con la luz solar, de modo que se divide en piezas pequeñas que pueden ser confundidas con alimento, por la fauna marina.

 

Al menos 162 especies marinas, incluyendo la mayoría de las aves marinas, ingieren plásticos y otros residuos en el mar, advirtió.

 

En este contexto, propuso reformar la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos, a fin de promover incentivos económicos para el desarrollo, adopción, despliegue de tecnología y materiales que favorezcan la reducción, el reúso y reciclaje de residuos, en particular a quien promueva el reciclaje de poliestireno expandido.

 

 

La iniciativa se turnó a las comisiones de Medio Ambiente, Recursos Naturales y de Estudios Legislativos, Segunda.