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La corrupción y las deficiencias en la cooperación internacional en materia de extradiciones, intercambio de información y recuperación de activos son las principales amenazas que dificultan el combate a la delincuencia organizada trasnacional.

Mientras tanto, el consumo de drogas va en aumento, pues los esfuerzos contra el narcotráfico “son insuficientes” y el uso de mariguana ya se expandió a la población escolar de entre 13 y 17 años.

Así lo dieron a conocer especialistas que participaron en el Seminario de Alto Nivel sobre Lucha contra el Narcotráfico y la Delincuencia Organizada en la Unión Europea y América Latina, coordinado por el senador José Guadarrama Márquez.
 
Antonio Mazzitelli, representante regional de la Oficina de la Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, destacó que la corrupción es uno de los principales motores de las actividades criminales, que sólo en 2009 generaron 2.1 trillones de dólares, es decir el 3.6 por ciento del Producto Interno Bruto mundial.

De esta cifra, subrayó, alrededor de 1.6 trillones son lavados y reciclados por medio del sistema financiero, lo que representa 2.7 por ciento del PIB internacional.

Precisó que “los mercados criminales” abarcan una compleja gama de actividades que van desde la trata de personas, el tráfico ilegal de especies protegidas, armas y drogas, hasta la extracción ilegal de petróleo.

El tráfico de drogas, dijo, genera sólo el 50 por ciento de los recursos para las organizaciones criminales, esto es 320 millones de millones de dólares.

Aseguró que los costos de dichos mercados son pagados por la sociedad, ya que generan  problemas de estabilidad social y violencia y Latinoamérica, junto con África, es el continente que tiene las tasas de homicidios más altas del mundo.

A su vez, Pedro Pérez Enciso, representante del Europol, consideró que la gran amenaza “es la desconexión” internacional que dificulta el conocimiento de las dimensiones de la delincuencia organizada, lo que resta eficacia a los resultados de investigación e impiden una respuesta adecuada al narcotráfico.

Esta, señaló, “es una circunstancia conocida y aprovechada por parte de las organizaciones criminales”.

Dijo que entre las deficiencias de la cooperación judicial están los mecanismos inadecuados en materia de extradición, la ausencia de intercambio de información y la carencia de instrumentos para recuperar activos.

Previamente, el director del Observatorio Interamericano sobre Drogas, Francisco Cumsille, advirtió que el consumo de mariguana y cocaína se ha incrementado entre estudiantes de entre 13 y 17 años y “ése es un problema que tenemos que empezar a mirar como mucha delicadeza”.

Aseguró que en 12 países americanos --más de un tercio del hemisferio-- la población estudiantil de 14 años o menos presenta una tasa de consumo de mariguana superior al 10 por ciento.

En países con alto consumo de la hierba como Canadá y Estados Unidos, añadió, uno de cuatro escolares la ha ingerido y en naciones del Caribe como República Dominicana o Granada la prevalencia es de uno de cada cinco alumnos.

“También hay un consumo importante de cocaína en la población escolar y algunos países que no tenían grandes consumos de droga probablemente van registrar altos niveles en el uso de esta droga”, estimó.

El experto Laurent Laniel, representante del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías, expresó que una preocupación de la Unión Europea es el impacto que va a tener la crisis económica sobre el problema de las drogas.

Manifestó que en los últimos años, varias naciones europeas invirtieron de manera importante en el tratamiento de las adicciones, pero es posible que la crisis impacte los servicios que se ofrecen.


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