Número-060
- El Senado de la República recibe en Sesión Solemne al presidente del Bundesrat –Consejo Federal alemán–, Stanislaw Tillich.
- El presidente de la Mesa Directiva destacó que el ejemplo de Alemania en el manejo de los asuntos migratorios debe ser un ejemplo para México y para todo el mundo.
El presidente del Senado de la República, Pablo Escudero Morales, afirmó que no es con muros ni con vallas como se resuelven los problemas comunes de las naciones; no es con discursos de intolerancia ni xenofobia como se construyen las relaciones de los países. Señaló que la movilidad humana debe entenderse como una oportunidad para el desarrollo y el bienestar de los pueblos, más que como un problema.
En la Sesión Solemne para recibir al presidente del Bundesrat –Consejo Federal– de la República Federal de Alemania, Stanislaw Tillich, el legislador mexicano destacó que ambos países están a favor del mantenimiento de la paz y la seguridad internacional, la prevención de conflictos, el desarme y el control de armamentos.
Además, dijo, convergen en temas relacionados con reforma al sistema de Naciones Unidas, la protección de los derechos humanos y la apuesta por una ambiciosa agenda multilateral para el combate al cambio climático.
El presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Senadores añadió que el manejo de los asuntos migratorios y de protección de refugiados de esa nación debe ser un ejemplo para nuestro país, pero también para todo el mundo.
Enfatizó que no es con muros ni con vallas como se resuelven los problemas comunes, pero tampoco es con discursos de intolerancia y xenofobia como se construyen las relaciones de los países, ni con ocurrencias electorales que nada abonan a la búsqueda del bienestar de las naciones.
Escudero Morales asentó que México y Alemania “tendemos puentes, valoramos la aportación de los migrantes y hacemos un llamado conjunto para entender que no es con muros como tenemos que enfrentar los desafíos del Siglo XXI”.
Además, destacó que las relaciones bilaterales gozan de su mejor momento histórico, “nos percibimos mutuamente como socios y aliados, con ventajas competitivas complementarias y como actores con responsabilidades de la mayor importancia para la gobernanza global”.
Agregó que el intercambio comercial tiene buenos resultados, un enorme potencial y en un contexto internacional, especialmente desafiante y proteccionista, Alemania y México mantienen una vocación de apertura al mundo, que constituye un ejemplo a seguir en sus respectivas regiones geográficas.
Se trata del socio comercial más importante de México en Europa y el quinto en ámbito global; es el sexto mayor inversionista extranjero en nuestro país: “las más de mil 800 empresas con capital alemán dan testimonio de que invertir en nuestro país resulta muy productivo para los países más desarrollados”, subrayó.
Hacia el futuro, asentó, se puede continuar con la construcción de una sólida relación que nos permita ampliar y perfeccionar la colaboración, pero también explorar nuevas avenidas de cooperación como el ámbito político.
Stanislaw Tillich, presidente del Bundesrat –Consejo Federal alemán–, resaltó que el federalismo no es la única conexión entre México y Alemania, sino que esta se enmarca en la celebración del Año Dual entre ambas naciones, que busca crear una alianza para el futuro, mismo deseo que tiene para los dos estados federales.
En su discurso dirigido a la asamblea, dijo que el reparto del poder y de las competencias entre el nivel federal y los estados federados no es tarea fácil, pues existen muchas rivalidades. No obstante, se persigue avanzar hacia adelante, aunque no en la misma dirección, añadió.
En este sentido, destacó que, en Alemania el federalismo es una fortaleza, pues dentro de la variedad está la oportunidad para conseguir una estabilidad, y ese federalismo a pesar de la rivalidad obliga a cooperar.
Además, señaló que las atribuciones para los diferentes campos políticos están repartidas; algunas a la Federación como la política exterior, y otras son competencia legislativa, exclusiva de los estados federales como la educación y la seguridad interior. Solo así, la política puede lograr leyes y condiciones marco que los seres humanos necesitan y que fomenten la comunidad, argumentó.
No obstante, precisó, hay áreas políticas en las que la Federación y los estados tienen una responsabilidad compartida: en la legislación competida o concurrida, para generar leyes que repercuten financieramente en la federación y los estados, donde lo importante es que la rivalidad no se convierta en disputa.
Como ejemplo de ello, apuntó el desafío que significa la llegada de refugiados, ¿quién les da refugio? ¿quién paga por su integración cuando se les concede asilo? En este tema, tanto la Federación como los estados tienen que cooperar.
Al respecto, subrayó que cada ley del Bundestag –Parlamento Federal– alemán, tiene que pasar por el Bundesrat, pues las leyes necesitan la aprobación explicita de los representantes de los gobiernos estatales, para garantizar que se les escuche.
A su vez, señaló que, de acuerdo con la Constitución, debe existir paridad en las condiciones de vida, por lo que, para garantizarlo se estableció está la compensación financiera entre los estados federados, ello significa que los más ricos asumen más cargas financieras y los pobres, menos.
En suma, precisó, la competencia aviva los negocios y la cooperación garantiza la compensación necesaria; “polos en los que estamos en nuestro federalismo y tal vez sea el secreto del éxito, a veces es pesado y lento pero las piedras que uno encuentra en su camino pueden construir algo bonito”.
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