Número 023
- Durante el debate, los senadores del PAN, PRD y PT reprocharon la visita; mientras que los legisladores del PRI y PVEM destacaron la visión de Estado de la invitación.
- Remiten a la Junta de Coordinación Política propuesta del PRD para que el Senado asuma una postura sobre la visita del candidato.
Senadores de todos los grupos parlamentarios participaron en un debate pactado y aprobado por la asamblea, con respecto a la visita a México del candidato republicano a la Presidencia de los Estados Unidos de América, Donald Trump.
Legisladores de los grupos parlamentarios del PRI y del PVEM destacaron la disposición al diálogo del jefe del Poder Ejecutivo federal, mientras tanto, los senadores del PAN, PRD y PT expresaron su rechazo a la visita del estadounidense, que incluso consideraron como una ofensa para los mexicanos.
Al fijar los posicionamientos de los grupos parlamentarios, la senadora Layda Sansores San Román, del PT, señaló que al presidente Peña Nieto se le debe juzgar por el delito de traición a la patria. Ningún extranjero había insultado y amenazado al país de tal manera y Peña le abrió la puerta de la casa oficial y le dijo que es un honor invitarlo a la casa de los mexicanos, agregó.
Puntualizó que los casos de la casa blanca, la corrupción, la entrega del petróleo, la guerra contra los maestros, los presos políticos, Atenco, Tlatlaya, Ayotzinapa, Tanhuato y Nochixtlán, muestran al verdadero Peña y al Trump que lleva dentro.
Asimismo, destacó que la construcción de un muro en la frontera con Estados Unidos atenta contra los derechos humanos y, en su lugar, se debe construir una nueva política migratoria de respeto y sin subordinación.
Del Grupo Parlamentario del PVEM, el senador Jorge Aréchiga Ávila precisó que el diálogo del presidente Peña con el candidato presidencial de Estados Unidos se hizo con visión de Estado, para conocer de primera mano sus propuestas. Con esta interlocución, dijo, el gobierno de la República da muestra de su voluntad para tender puentes en lugar de construir muros como lo propone Donald Trump.
Están equivocados quienes pretenden que el Jefe del Estado mexicano entre en una dinámica de insultos o descalificaciones que se basan en la emoción, aseguró.
Señaló que las declaraciones “desafortunadas” de Trump sobre los mexicanos “no reflejan más que su profundo desconocimiento sobre el país”. Subrayó que los legisladores del Partido Republicano coinciden en no caer en provocaciones, sino en establecer acercamientos con actores que inciden en el contexto político, económico y global, para dejar claro que México no cancelará la relación con Estados Unidos.
Por el Grupo Parlamentario del PRD, la senadora Dolores Padierna Luna dijo que la invitación al “enemigo de México” y su posterior recepción fue el “desastre perfecto”, pues no sólo ofendió a los mexicanos, a nuestros connacionales en Estados Unidos y a la embajada norteamericana, sino que denigró la investidura de la Presidencia de la República y comprometió al gobierno federal a una posible intervención de Washington en nuestra política interior.
Consideró que el Senado debe hacer un extrañamiento al titular del Ejecutivo federal por la nula defensa de México ante los ataques del magnate, exigirle una disculpa pública por respaldar implícitamente su postura en contra de nuestro país, así como deslindarse de la decisión de inmiscuir al país en la contienda interna en la Unión Americana.
Además, la legisladora solicitó la comparecencia de la canciller, Claudia Ruiz Massieu, ante el Pleno de este órgano legislativo para que explique la decisión, los acuerdos privados que discutieron el presidente Peña Nieto y el candidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos.
La senadora Gabriela Cuevas Barron, del Grupo Parlamentario del PAN, dijo que con la visita del “xenófobo”, Donald Trump, a la residencia oficial de Los Pinos nuestro país “sufrió una de las más grandes ofensas de las que se tenga registro”.
Señaló que el gobierno federal “le puso alfombra roja” y a México “como tapete electoral” a quien ha etiquetado a los mexicanos como “violadores y criminales”. En esa reunión, agregó, el jefe del Ejecutivo dijo sí a renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte y puso en riesgo la relación diplomática más importante que tiene México, por lo que consideró necesario hacerle un extrañamiento.
Además, dijo que los legisladores del PAN reprueban la postura pública asumida por el Presidente, porque es contraria a la defensa de la dignidad de los mexicanos, lo invitó a un diálogo directo con la Cámara de Senadores y le pidió la renuncia inmediata de la titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores “por no ser una interlocutora válida” ni para el Ejecutivo federal ni para el gobierno de Estados Unidos.
Por el Grupo Parlamentario del PRI, la senadora Marcela Guerra Castillo reconoció que la visita del candidato republicano generó malestar en los mexicanos, pero el presidente Enrique Peña Nieto tomó “la valiente decisión de tender un puente de comunicación con el señor Trump”, a fin de sensibilizarlo sobre su posición migratoria y sobre las recurrentes y peyorativas expresiones que usa para referirse a los connacionales.
Dijo que hubiera sido “fácil” evadir el diálogo con Trump; no obstante, se eligió la única opción que responde por los intereses de México y de los mexicanos; cuanto más grandes sean las diferencias, más se necesita el diálogo político.
La legisladora recordó que no es la primera vez que un mandatario mexicano se reúne con candidatos presidenciales de Estados Unidos, pues en julio de 2008, el entonces candidato John McCain se reunió con el entonces presidente, Felipe Calderón.
Por otra parte, el senador independiente, Manuel Cárdenas Fonseca, expresó que no comparte que una persona como Donald Trump imponga la agenda a los senadores, ni que “traiga de cabeza a tantos mexicanos, pues para mí es muy triste”.
La senadora Martha Tagle Martínez expresó que la reunión que sostuvo Donald Trump con el presidente de la República significó un “error garrafal” y una “traición a los mexicanos”, por lo cual dijo que es necesario hacer un extrañamiento al Ejecutivo federal, sobre este hecho.
El senador del PT, Manuel Bartlett Díaz dijo que haber invitado a los candidatos a la presidencia de Estados Unidos, representa una violación constitucional y un acto absurdo de intervención en la política electoral norteamericana.
El senador Gerardo Flores Ramírez, del PVEM, dijo que quien piense que el Tratado de Libre Comercio (TLC) no puede ser mejorado es porque desconoce la evolución y el desempeño del comercio internacional en las últimas dos décadas.
Zoé Robledo Aburto, senador del PRD, refirió que la invitación derivó de una decisión unipersonal que ofendió a la mayoría de los mexicanos; y dijo que si el error no se reconoce, se contribuirá a tener peores consecuencias.
La senadora Mariana Gómez del Campo, del Grupo del PAN, reprochó la oportunidad de “darle gusto a Trump con una fotografía que consagra su triunfo”, exhortó a ejercer la facultad exclusiva del Senado sobre el análisis de la política exterior y tomar definiciones contundentes, “no importa si se es el partido en el gobierno, si hubo un error de esta magnitud el gobierno debe aceptar y no tratar de buscar como tapar el sol con un dedo”.
La senadora Graciela Ortiz González, del Grupo Parlamentario del PRI, aseguró que México no es el patio trasero de Estados Unidos, por lo que el candidato republicano no debe pensar, ni pretender “que puede plantar un muro y que nosotros lo vamos a pagar, no sé a qué se refiere cuando piensa que puede intervenir en otro país.
Los senadores Víctor Hermosillo y Celada, del PAN; Luis Humberto Fernández Fuentes, del PRD; Pilar Ortega Martínez, del PAN; Fidel Demédicis Hidalgo, del PRI; Marco Antonio Blásquez Salinas, del PT; José Marco Antonio Olvera Acevedo, del PRI; y Angélica de la Peña Gómez, del PRD, hicieron uso de la tribuna para hechos.
Finalmente, el senador Pablo Escudero Morales, presidente de la Mesa Directiva, turnó a la Junta de Coordinación Política, la propuesta del coordinador del Grupo Parlamentario del PRD, Miguel Barbosa Huerta, para que el Senado de la República evalúe, se pronuncie y asuma una posición respecto a la visita de Donald Trump a México.