Número-479

  • Se hicieron más laxas las políticas de población en el tema de planificación familiar: INEGI.
  • Deficiente educación sexual, exclusión social, falta de acceso a servicios de salud, barreras de género y censura, han propiciado el incremento de niñas y adolescentes embarazadas.

 

En la mesa de diálogo sobre embarazo adolescente, que organizó la Comisión de Población y Desarrollo del Senado de la República, especialistas señalaron que la fecundación en este sector poblacional ha aumentado en 10 por ciento en los últimos años, lo que representa un retroceso para el país en este tema.

 

Al respecto, el senador del Grupo Parlamentario del PRD, Armando Ríos Piter, expuso que el embarazo adolescente es un tema crucial y complejo, pero también impactante para el presente y el futuro del país, por lo que se “requiere pensar juntos qué es lo que estamos haciendo y analizar con detalle qué es lo que estamos dejando de hacer”.

 

El senador, presidente de la Comisión de Población y Desarrollo, hizo notar que hay una necesidad amplísima de políticas públicas en la parte de salud, de educación, de empleo y de apoyos, que estén encaminadas a resolver este problema.

 

A su vez, Gabriela Rodríguez, directora general de la organización civil AFUENTES, afirmó que, en el tema de embarazo de niñas y adolescentes, México no sólo se encuentra estancado, sino que va para atrás.

Indicó que entre 2009-2015 la tasa de fecundación adolescente aumentó, donde Quintana Roo, Chiapas, la Ciudad de México y Querétaro fueron las entidades federativas con el mayor número de embarazadas.  

La especialista explicó que este problema se debe principalmente a una deficiente educación sexual impartida por el Estado, a la exclusión social a la que se ven sometidas las mujeres, especialmente en zonas marginadas, a la falta de acceso a servicios de salud, a barreras de género y a la censura en este tipo de asuntos.

Destacó que a finales de la década de los 90, la Secretaría de Educación Pública (SEP) incorporó una agenda más comprometida con el marco internacional en materia de educación sexual, la cual tomó una perspectiva de género y de derechos humanos; no obstante, debido a los gobiernos conservadores que llegaron después no se ha capacitado a los maestros para que puedan impartir este tema de manera correcta.

Refirió que según datos del Consejo Nacional para Prevención y Control del SIDA (CONASIDA), en 2015 sólo tres por ciento de los estudiantes de primaria recibieron una educación sexual completa, 20 por ciento en secundaria y nueve por ciento en media superior. “Algo dramático”, que es de lamentar, subrayó.

Por otro lado, señaló que en las clases sociales más bajas se dan los embarazos “por inercia”, donde las mujeres desean embarazarse sin antes hacer un plan de vida; muchas de ellas terminan la secundaria y lo que sigue es casarse; es una inercia, debido a la pobreza en la que se encuentran. Decidir cuando eres mamá es un lujo de clase, apuntó.

En este sentido, expuso que en las clases muy bajas se registra que 37 ciento de las adolescentes desean embarazarse, en las bajas el porcentaje es de 30; mientras que en las clases medias y altas es de 15 y 7 por ciento.

Asimismo, informó que en México cada día nacen mil niños de madres menores de 19 años; y 24 de niñas menores de 14 años. Mencionó que muchos de esos casos son por violación, matrimonio arreglado, incesto o por el sistema de usos y costumbres en regiones indígenas, por lo que hace mucha falta sensibilidad del Sector Salud para saber que hay detrás de un embarazo de una niña o adolescente.

Gabriela Rodríguez comentó que el acceso a métodos anticonceptivos no es muy amplio, pues 46 por ciento de los adolescentes los adquieren en farmacias, 29 por ciento en el Sector Salud y únicamente 13.7 por ciento en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

 

Aunado a ello, dijo que la religiosidad y los medios de comunicación son factores muy importantes en el embarazo adolescente, pues no tienen un compromiso en este tema y lo que hacen es moralizar y no educar.

 

Lamentó que la mayoría de las personas desconozca que desde hace 80 años el aborto no se castiga por casos de violación, esto no se quiere difundir y la gente no lo sabe a pesar de que en los estados hagan cambios a sus constituciones locales.

 

Opinó que para contrarrestar esta problemática se necesitan de factores protectores para garantizar a las adolescentes una mayor escolaridad, mejorar la educación integral y laica de la sexualidad, fomentar la equidad de género, los derechos sexuales y reproductivos, crear servicios de salud amigables y comprometer a los medios de comunicación en este tema.  

 

Rosa Martha Loria, presidenta fundadora de Corresponsabilidad Social Mexicana, manifestó que ante este panorama se necesita de una política pública de prevención, información y equidad, que permita abatir el problema de embarazos en adolescentes. 

 

Señaló que las madres adolescentes se enfrentan a una desprotección legislativa y económica, ya que en la mayoría de los casos ni la mamá ni el bebé cuentan con seguridad social y tampoco gozan de los derechos laborales debido a su edad.

 

Juan Enrique García López, director de análisis demográfico del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), informó que la tasa de fecundidad adolescente se incrementó en 10 por ciento, mientras que en los estados donde hay una mayor proporción de madres en esta etapa son Chiapas, Guerrero, Aguascalientes y San Luis Potosí.

Dijo que el número de mujeres menores de 19 años, que han registrado a sus hijos, aumentó de 356 mil en 2006, a 435 mil en 2012. En tanto, agregó, en 2014 fueron 428 mil. También, dio a conocer que existen ocho mil 500 niñas menores de 15 años que han registrado a sus hijos.

“Una de las situaciones a las que se debe este aumento es que a principios de Siglo XXI pensábamos que ya habíamos superado el crecimiento poblacional. Ya estábamos cerca del nivel de 1 por ciento, íbamos a llegar pronto al nivel de reemplazo intergeneracional de 2.1 hijos por mujer; sin embargo, no se dio. Se hicieron más laxas las políticas de población en el tema de planificación familiar”, precisó.

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