Número 442
De cada 10 botellas de alcohol que se venden, cuatro están adulteradas.
El senador Sofío Ramírez, del PRI, exige poner un alto a este problema.
La Comisión Federal para la Prevención contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) y el Servicio de Administración Tributaria (SAT), deberán reforzar las acciones para prevenir y sancionar la venta de bebidas alcohólicas adulteradas, a fin de salvaguardar la salud de las y los mexicanos.
Lo anterior, a propósito del dictamen aprobado por la Comisión Permanente, en el que se expone que aunado al daño que representa el consumo de alcohol y alcohol adulterado para la salud, se presume que de cada 10 botellas de alcohol que se venden en el país, cuatro son adulteradas.
El senador Sofío Ramírez Hernández, del Grupo Parlamentario del PRI, destacó que los jóvenes, por su edad, son población objetivo de los vendedores del mercado negro, por lo que “es obligación institucional de las autoridades, pero sobre todo es nuestra responsabilidad como representantes populares, pero también como familia, como padres poder pedir, exigir, que se ponga un alto a esta condición de mercado negro de bebidas alcohólicas adulteradas”.
El legislador también advirtió que la Cofepris informó que en México las bebidas que más se adulteran son el tequila, ron, brandy y whisky, entre otros, e incluso, destacó que las botellas se recogen de los basureros o se consiguen en el mercado negro.
Por todo esto, dijo, es importante que se ponga mayor atención sobre el tema. En este sentido, subrayó que la Cofepris y la Profeco dieron a conocer que en 2015 se alcanzó una cifra de alcohol irregular de tres millones 370 mil litros, lo que significa un aumento de 35 por ciento, en comparación al 2010.
Por otra parte, resaltó que en 2015, la Cofepris aseguró más de un millón de litros de este tipo de bebidas en un solo operativo en la Ciudad de México, en tanto que la Procuraduría General de la República (PGR), aseguró cuatro mil 563 botellas falsificadas.